Le arrojó una pava con agua caliente a su esposa, incluidas trompadas y patadas Le arrojó una pava con agua caliente a su esposa, incluidas trompadas y patadas
Con una mano llena de ampollas, hematomas y desolada, una mujer se presentó en la policía de Villa Atamisqui y en menos de dos horas, su esposo fue detenido.
La involuntaria protagonista sería una mujer de apellido Villalba, quien proviene de Morón, Buenos Aires.
El acusado es de apellido Tévez, su pareja, quien desde hace varios años vendría sometiéndola a golpes y humillaciones verbales, dijo Villalba.
Quebrada
En el último escándalo, Tévez se habría presentado en la casa ebrio y desgranó un rosario de insultos.
Entre otros reproches, habría acusado a Villalba de ser la causante de su poca relación con su madre.
Sin respuestas, ahí nomás pasó a la violencia y le habría arrojado una pava llena de agua hirviendo.
La víctima no pudo esquivarla y el agua caliente le cayó en una mano.
No conforme, habría acentuado la golpiza con trompadas en la cabeza y el rostro, más patadas en el resto del cuerpo.
Sobrino y salvador
De no ser por la fortuita aparición de un sobrino, Villalba habría sufrido mayores heridas.
“Retando” a todos, Tévez dejó la casa y Villalva salió también, en busca de un médico.
Alertada, la fiscal Norma Matach impuso un prudente parate a la furia en Tévez.
La fiscal pidió la detención y una jueza de Género se la concedió al instante.
Después, una comisión policial detuvo al individuo y lo alojó en la comisaría, por “lesiones graves”.
De gris a negro
él quizá no lo sabe, pero un médico confirmó quemaduras en la mano derecha de su pareja.
No es todo. La damnificada tiene también golpes en el rostro y patadas en las piernas y en la espalda.
El costo para Tévez puede ser alto y terminar en la exclusión misma del hogar.
Su derrotero por la Justicia empezaría esta misma semana, con la declaración de imputado.
Matach planifica impulsar una investigación profunda, aún con las limitaciones que enfrenta la Justicia por el flagelo del coronavirus.l
