Piden prisión preventiva por el intento de asesinato de una docente y comerciante de Selva

La fiscal de Añatuya, Cecilia Rímini, solicitó ayer la prisión preventiva para un chofer de ambulancia y panadero, sospechoso de intentar asesinar a una docente y comerciante, provocarle varias fracturas y despojarla de $ 50.000.

La medida fue solicitada en contra de Cristian Mansilla, a quien la funcionaria acusó de dejar al borde de la muerte a Adriana Bedú la mañana del 6 de abril, al sorprenderla en su casa del B° Los álamos, Selva, departamento Rivadavia.

Según la hipótesis fiscal, aquella mañana Mansilla golpeó a la víctima, de 51 años, en la tercera ocasión que se presentó en la despensa que funciona en la casa de la damnificada.

La hipótesis

Primero, había arribado antes que el comercio fuera abierto. Esperó al abrirse, pidió que le vendieran lavandina para llevar al hospital. Compró y se fue en busca de una ambulancia para transportarla. Al final, retornó y Bedú lo atendió y después se retiró.

Minutos después, ella salió a la vereda y vio llegar otra vez a Mansilla. Esta vez quedó de espaldas y sintió un fuerte golpe que precedió a una cruel tortura. Tal vez creyéndola muerta, Mansilla ingresó a la vivienda y se habría apoderado de $ 50.000 desde una habitación.

Sobreviviente

La docente fue hallada a las 11.30 por una niña, hija de una amiga. La víctima tenía presión baja y sobrevivía de milagro.

Urgente, la condujeron al hospital en que Mansilla trabajaba como chofer de ambulancias, trascendió.

“Traumatismo con pérdida de conocimiento, fracturas múltiples de cráneo en región parietooccipital, hematoma en ambas regiones oculares y traumatismo cerrado de tórax”, fue el diagnóstico de los médicos.

La fiscal le enrostró “femicidio en grado de tentativa”. Luego los cargos le fueron reformulados a “homicidio criminis causae en grado de tentativa y robo en concurso real de delitos”.

Audiencia online

Via online, la fiscal y la defensa, a cargo de Mario Nassif y Arlet Nassif, batallaron en la víspera ante la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami.

La Fiscalía tiene la certeza de que Mansilla la golpeó con un objeto contundente y su fin fue asesinarla. No habría logrado su propósito en virtud de la fortaleza de Bedú, quien evoluciona, pero aún se despierta por las noches sobresaltada con pesadillas.

Unos treinta testigos

El imputado negó haberse presentado en la despensa de Bedú, pero habría una treintena de testigos que dijeron haberlo visto afuera del negocio.

Uno de ellos sería un compañero de trabajo, quien afirmó que el imputado se encontraba parado fuera de la despensa.

Añadió que Mansilla intentaba cubrirse de la gente que pasaba por el lugar.

Todos los testigos fueron contundentes ante la Fiscalía, al situarlo a metros del comercio de Bedú y de su otro trabajo, una panadería propiedad de su suegro.