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Las actrices y los influencers que hacen reír a los argentinos en la cuarentena

22/06/2020 10:55 El Cronista
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Las actrices y los influencers que hacen reír a los argentinos en la cuarentena Las actrices y los influencers que hacen reír a los argentinos en la cuarentena

Es difícil saber cómo ni cuándo terminará la cuarentena por la pandemia del coronavirus. Si pronto

aparecerá la vacuna, si tendremos que convivir con el barbijo y la distancia social de aquí hasta fin de

año... O incluso más allá.

Sin embargo, en este contexto inédito para la humanidad, hay algunas certezas. Más que nunca la risa y

el humor aparecieron como herramientas fundamentales para soportar el encierro y, al menos por

un instante, olvidar ese afuera tan desconcertante. Pero además de mecanismo de resistencia, la risa se

convirtió en lo más parecido a la libertad.

El virus será mortal, nos dejará aislados, pero jamás será capaz

de quitarnos el humor.

En este escenario hostil donde el morbo de contabilizar infectados y muertos llegó a niveles

insospechados, las redes sociales se convirtieron en vehículo de memes, historias y videos

humorísticos con el coronavirus como monotema.

Para reflexionar sobre lo que podría denominarse “la

pandemia de la risa”, convocamos a Verónica Llinás, Dalia Gutman, Daniela Viaggiamari (''''La Chepi'''') y

Andrés Pomiro, referentes indiscutidos de este fenómeno que divierte en múltiples pantallas.

Quiénes hacen reír a los argentinos en la cuarentena

Los mil y un personajes de cientos de posteos reflejan, hasta ahora, las dificultades de la convivencia, de

las tareas de la casa, la soledad, la falta de sexo, los encuentros por Zoom, los protocolos de higiene,

el retorno a la cocina, los deberes de la escuela, las clases de gym online y, también, las miserias de

siempre. Todo eso encontró su expresión graciosa y una vez más fueron los artistas quienes afilaron su

talento para hacernos reír aún en cuarentena.

Verónica Llinás, todos conocemos a esta actriz enorme. Su último trabajo antes del Covid-19 fue

Carcajada Salvaje, junto a Darío Barassi, la exitosa obra con la que esperaba el inicio de una segunda

temporada en el Multiteatro y planificaba hacer una gira por distintas provincias. La pandemia la tomó

“desprevenida”, como ella dice. Pero no se detuvo. De pronto, sus 414 K seguidores en Instagram

comenzaron a reírse con sus personajes de cuarentena, en especial con la cheta que sufre con los

quehaceres domésticos y es capaz de arrastrarse a los pies de su mucama con tal de que no la deje sola.

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#yomequedoencasa #coronavirus #cuarentena #humor #veronicallinas Gracias queridísima #lauraparedes

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“Hice distintos personajes, pero más que nada hice a esta cheta que se queda sin mucama y realmente se

le viene la vida encima. Me pareció que el personaje venía bárbaro para el momento, no visto solamente

como un chiste de clase, sino también para poder reírnos del cheto quisquilloso que todos en mayor o

menor medida tenemos dentro. Es reírme de mi propio límite. Esta pandemia aportó mucho material al

humor y el humor le aporta mucho a la pandemia, porque ayuda a sobrellevarla. Me lo tomo con la mayor

filosofía posible y con mis propios límites también”.

Dalia Gutmann, la comediante referente del stand up argentino y protagonista del unipersonal Cosa de

Minas, también aprovechó las redes sociales para seguir comunicándose con sus fans. Encontró distintos

formatos: ofrece sus #DaluTips sobre la vida cotidiana que son desopilantes (como por ejemplo este

donde recomienda “amigarte con las harinas”), y en plena pandemia inauguró su propio canal de

Youtube.

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#DaluTips para amigarte con las harinas Hay gente que no come harinas. Yo lo intenté, pero quise volver porque las quiero. Y es un esfuerzo que no estoy dispuesta a hacer. Menos en cuarentena. Si estuvista alejada de ellas, y querés revincularte, este video es para vos #DeNada #DaluTips #Harinas #Humor #Cuarentena #RiquiRiqui #LesAmoooooooooo

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"Paso por todos los estados, pero me doy cuenta de que tengo un poder de sobreadaptación bastante

importante. De todas maneras, estas semanas aproveché para seguir escribiendo una obra nueva, le estoy

prestando atención a las redes sociales y también me doy cuenta de que es un gran mecanismo de defensa

para no conectar con la angustia de esta situación que es tan atípica. Pero la acepté plenamente: me

siento cuidada por un Estado presente que hace que esté bastante controlada".

Daniela ''''La Chepi'''' Viaggiamari es actriz, cantante y comediante desde hace 20 años, pero su fama creció

con los videos que sube a Instagram, donde interpreta la vida de una madre todoterreno. Muchas veces

participa su hija Isabella, que ya ganó un Martín Fierro Digital a la mejor labor infantil en 2018.

Escribió un libro (Lo importante es ser feliz. Lo demás es cotillón) y ya tiene en su haber dos obras de

teatro como protagonista. En cuarentena alcanzó los 2 millones de seguidores, convirtiéndose en una de

las actrices influencers más importantes del momento.

“Yo convierto eso que antes era una pavada en algo gracioso. Me las arreglo para entretener a la gente, esa

es mi finalidad”. Su personaje favorito en la pandemia es la vecina buchona: “Betina, una señora

diabólica que hizo una denuncia porque mi hija Isa saluda a los recolectores de basura todos los días.

Ya sabemos sus nombres, el de sus hijos, ella les hizo una torta, les regaló dibujos, es su único contacto

con el exterior. Un día les pedí una foto y se sacaron el barbijo. Justo los vio esta señora y nos hizo una

denuncia, me mandó audios cínicos y muy psicópatas. Me pareció muy loco, pero hice un personaje.

Después me fui enterando de que hay muchos vecinos así. Tal vez le de vida cuando pueda subir a un

escenario”.

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Todos tenemos una vecina así. ¿Denuncia o envidia? #BettinaLaDiabolica @andrespomiro

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Andrés Pomiro es conocido como “el chico de los audios”. Es actor y en otra vida estudió ingeniería en

alimentos. Su carrera artística explotó cuando empezó a subir videos donde personifica los protagonistas

de los audios que recibe en su mail. Hoy ya tiene más de 526 K seguidores en Instagram y con pocos

elementos (tal vez una prenda o una peluca) da vida a chicos que lidian con los nervios de sus padres, a

padres histéricos por el encierro, a los que sufren los avatares de tener citas virtuales o a los

personajes del barrio, como la curandera que ''''trabaja'''' a la distancia.

“Me llegaron un montón de audios de mamás que se quejan de las tareas, son mis preferidos. Hago

humor con la realidad, que como ahora, supera la ficción. Pero está demostrado el valor del buen

humor: hasta el Papa Francisco twitteó sobre la importancia de los artistas en esta época de pandemia”.

El humor también se contagia

Los entrevistados coinciden en que el humor es un remedio infalible frente a la tragedia del Covid-19.

“Reír es una forma de sanar, es algo liberador, catártico, que debe generar algún tipo de sustancia en el

cerebro que tiene que ver con el disfrute. La risa, aunque sea nerviosa, siempre es liberadora. El humor y el

arte en general son lugares de resiliencia. Nos abren mundos interiores, de libertad, de imaginación. Todas

las expresiones artísticas, además de que hacen bien individualmente, también lo hacen de manera

colectiva. Es un síntoma de buena de salud de una sociedad”, dice Llinás.

Dalia Gutmann aporta: “Estoy rodeada, tengo marido humorista, amigos humoristas. Sí, sin dudas el

humor es un lugar de resistencia. Tengo la teoría de que en general, los humoristas se dedican al humor

porque tienen una tendencia a deprimirse, somos gente que encontramos en esta profesión algo que

nos rescata del vacío existencial”.

Encierro creativo

En una época torcida, signada por la desconfianza en el otro, por la lavandina, el alcohol en gel, los

barbijos, la distancia social y el #quedateencasa, hacer humor parecería ser una empresa titánica. Sin

embargo, no importó que se cerraran los teatros y se detuvieran los rodajes. La creatividad, alimentada

por una realidad concentrada en el coronavirus, siguió fluyendo y encontró en las redes sociales su canal

de expresión.

Mientras para muchos las semanas suceden como en la película El Día de la Marmota, donde Bill Murray

despierta una y otra vez el mismo día, otros encontraron en las pequeñas pantallas del celular una salida

de escape de la monotonía.

Dalia Gutmann reflexiona: “siempre me gustó hacer humor desde el sufrimiento, pienso que lo que me

pasan a mí le pasa a un montón de gente. Siento que cada uno está poniendo su granito de arena desde

donde puede y lo único que tengo para dar es hacer humor”.

Llinás completa: “a mí el humor me sobreviene, es algo que me sucede, no tengo la receta. Me surge la

necesidad de reírme de algo. Me eduqué en una escuela donde aprendí que se puede hacer todo lo que

uno quiera. Que la falta de medios no es un pretexto y que hay que hacer con lo que se tiene. Esa filosofía

es buena para momentos de crisis como la pandemia, porque no la tomás como un impedimento,

sino que, al revés, es una posibilidad de superar esos escollos para transmitir, comunicar y tener

diversión”.

¿Crecieron sus seguidores durante la cuarentena?

Todos dicen que sí, pero que no prestan atención al número. “No me fijo mucho en eso, no quiero

engancharme con cuántos likes. Vivo actualmente de esto, de alguna publicidad que entra de vez en

cuando y lo agradezco muchísimo ahora que no estoy haciendo teatro. Estar pendiente de los seguidores

te frustra, hay estudios sobre eso, es peligroso. Lo vivo como que es mi fuente de trabajo, como un

espacio donde promocionar mi obra, mi libro, mis laburos, alguna movida solidaria. Llegué a tener 2

millones de seguidores ahora en cuarentena, pero ya tenía 1.9 millones antes”, dice Dani ''''La Chepi''''.

Pomiro también reconoce que aumentaron mucho sus seguidores y Dalia dice que las redes le ofrecieron

la posibilidad de pensar más contenidos para distintas plataformas: “me hice youtuber y le empecé a dar

bola al Instagram. Crecí mucho, empecé con 240 mil y ahora son 290 mil”. Llinás lo toma como una

oportunidad: “Sí, crecieron mis redes. Decidí ponerle fichas a YouTube (al cierre de esta nota tenía

14.300 suscriptores), para investigar distintas formas para hacerme de algún dinero”.

¿De qué nos reiremos cuando pase el Covid-19?

''''La Chepi'''' dice: “creo que nos vamos a reír de felicidad, de poder salir, de ser libres. De las pequeñas

cosas que antes no valorábamos, como ir a la plaza con Isa, que te dé el aire en la cara sin tener la boca

tapada. Después de esto vamos a necesitar reírnos y tendremos que ayudar también, porque hay gente

que estará muy mal. Yo seguiré tratando de llevar una risa a cada lugar”.

Andrés Pomiro, cortito y al pie: “nos reiremos del Covid-19 ”. Dalia contesta con cierta nostalgia: “nos

vamos a reír de qué boludos que fuimos y no lo aprovechamos. Tenía todo el día y me quejaba…” y

Verónica cierra: “no lo sé, ¿pasará el Covid?”.

La semiología del humor

Damián Fraticelli es profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de

las Artes, su área de investigación es el humor. Autor del libro “El ocaso triunfal de los programas cómicos.

De Viendo a Biondi a Peter Capusotto y sus videos”, escribió el texto La pandemia del humor, publicado

en Hipermediaciones.com en abril 2020, donde remarca: “a lo largo de la evolución, los seres humanos

desarrollamos un sistema inmunológico que nos permite sobrevivir al ataque de virus y bacterias.

Sin un tratamiento ni una vacuna en el horizonte cercano, el buen funcionamiento de ese sistema es clave

para que superemos al coronavirus. Pero no es la única defensa natural que desarrollamos, también

contamos con el humor”.

Fraticelli desarrolla el concepto de humor hipermediático: “lo risible nos permite englobar el humor y lo

cómico. Entre el humor y lo cómico hay diferencias que nos permiten analizar los procedimientos de la

risa. Cuando te reís con humor, te reís de vos mismo, te permitís ser objeto de la burla. En cambio, lo

cómico genera una risa “desde arriba”, sin ninguna identificación con el otro. En los últimos años lo

cómico fue lo que primó en el terreno de lo risible, el reírse del otro. Y lo que pasamos a ver fue que en este

tiempo de pandemia volvió a explotar el humor. Aparece el humor negro porque mañana podemos

morirnos todos. El Covid-19 se nos figura como nuestro verdugo. él está haciendo tambalear uno de los

estandartes que ha venido sosteniendo occidente desde la modernidad: la superioridad del hombre

sobre la naturaleza. Pero no hay que perder las esperanzas, porque el Covid-19 podrá quitarnos el pan, la

salud y el trabajo, pero no podrá quitarnos el miedo de morir. Y mientras éste exista, tendremos algo de

qué reír”.

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