La venta de productos de la canasta básica en supermercados creció 5,8%

A medida que se van abriendo actividades y muchas provincias del país se alejan del aislamiento obligatorio rígido, los consumidores comienzan a normalizar sus compras, a pesar de la crisis económica que amenaza con profundizarse gravemente.

En medio de una histórica recesión que ya acumula 30 meses, el rubro de los alimentos y bebidas volvió a mostrar números positivos.

De acuerdo con un relevamiento privado, en junio la canasta básica registró un incremento del 5,8% en sus ventas en los supermercados, impulsada por la buena respuesta en productos de almacén, bebidas, lácteos y alimentos frescos.

La consultora Nielsen informó que la recuperación del consumo,tras los signos de estancamiento que se habían registrado en mayo se sintió con más fuerza en el área metropolitana de Buenos Aires que en el resto del país, donde en promedio las ventas de los artículos de la canasta básica subieron un 7,5 por ciento.

Por rubros, las subas fueron lideradas por la categoría de las bebidas, con un aumento interanual del 10,8%, seguido por lácteos y alimentos frescos (9,1%), mientras que los productos de almacén tuvieron un alza del 5,8% en sus ventas.

El único rubro que volvió a mostrar datos negativos fue el de artículos de cosmética y tocador, que en promedio sufrió una caída del 7,6 por ciento.

La recuperación del consumo coincide con un proceso de desaceleración de los aumentos de precios en las góndolas, como producto del congelamiento que puso en marcha el gobierno nacional a fines de marzo y que hace unos días fue extendido por 60 días más, hasta el 31 de agosto.

La contracara de esta recuperación del consumo es lo que las empresas fabricantes denuncian como una pérdida de rentabilidad, debido a que sus precios de venta están congelados desde hace más de 90 días, mientras que sus costos siguieron subiendo por la devaluación del peso y la obligación de implementar nuevos protocolos de seguridad en las plantas.

Los supermercados a su vez advierten que en la medida en que se extienda el congelamiento y no se disponga ningún aumento están empezando a sufrir problemas en el abastecimiento.

Las grandes cadenas explican que muchos proveedores priorizan otros canales comerciales, como autoservicios chinos, mayoristas o pequeños comercios de barrios, en los que los controles son más laxos y por lo tanto pueden introducir nuevas listas de precios con aumentos.

Los problemas de abastecimiento se traducen en que en las góndolas de los supermercados desaparece la variedad de marcas, las presentaciones en diferentes tamaños de envases, como la de diferentes sabores o productos de una mismo artículo.

Otras empresas, han preferido cambiar totalmente el envase de sus productos o la denominación para evitar estar incluidos en la lista de precios máximos que exigen un congelamiento de precios forzado.

También se nota en las góndolas la aparición de nuevas marcas, que son fabricadas por las mismas industrias que lo hacían con las anteriores, para burlar los controles establecidos.

En definitiva, los comportamientos lógicos que se precipitan cuando desde el Estado se pretende forzar el desenvolvimiento normal de la economía vía control de precios, algo que ha demostrado su imposibilidad práctica en el mundo y la Argentina no es la excepción.

Pulseada entre gobierno e industriales por Precios Cuidados

Esta semana se avanzaría con la redefinición de los Precios Cuidados, que debería tener en cuenta el incremento en los costos de las empresas y, también, la comparación entre los productos incluidos y otros de su misma categoría que no están comprendidos en el programa.

Es uno de los puntos que genera mayores diferencias con los fabricantes. En las empresas argumentan que hay casos en los que, por efecto de la inflación acumulada, se registran brechas de más del 30% entre los productos con precios cuidados y los que tuvieron la posibilidad de ajustar en los últimos meses.l