Escasean los teléfonos celulares y desde marzo los precios registran un incremento superior al 40%

El efecto de la cuarentena por la pandemia de coronavirus, sumado al faltante de dólares que arrastra la economía argentina previo a la llegada de la enfermedad, motivó que en los locales comerciales dedicados a la venta de telefonía celular comenzaran a escasear determinados modelos, a la par que registran un aumento base de un 40% en sus precios.

Entre los operadores comerciales de las distintas empresas que proveen estos aparatos, estiman que recién a partir de la segunda quincena de este mes podrían comenzar a llegar una mayor cantidad de aparatos para cubrir parte del faltante de stock.

“El faltante de teléfonos es notorio debido a la detención que tuvieron en sus procesos de producción las fábricas de ensamblado por la cuarentena y, también por el freno a las importaciones, entonces de lo que hay, las empresas reparten los equipos pero terminan asignando muy pocos a cada distribuidor”, indicó Carlos, propietario de una empresa dedicada a la venta de telefonía.

Puntualizó que “hay mucho desabastecimiento de teléfonos, pero también un incremento real en el mercado interno que debe rondar como base un 30% a 40%, pero también está toda la mercadería que viene de afuera del país que ha sufrido el aumento del dólar, hay muy poca producción de las distintas marcas y ensambladoras que hay en el país”.

Desde otro negocio similar, Andrea, representante comercial de una marca de telefonía, agregó que “de afuera del país entra casi nada, por lo que se nota más el faltante. Las fábricas de telefonía del sur, recién hace un mes y medio que abrieron, pero con poca gente y turnos limitados y solo hace dos semanas trabajan en forma casi normal”, apuntó. Señaló que se estima que hacia la segunda quincena del mes se comenzaría a distribuir con una mayor intensidad. Pero el problema está en el ingreso de productos importados. “Están muy limitados por todos los protocolos que deben seguir por la pandemia pero además porque a las empresas les dejan muy poco límite para comprar dólares e importar productos”, concluyó.