Duro revés legal para un individuo que asesinó de tres tiros al nuevo novio de su ex pareja

La jueza de Control y Garantías de Añatuya, Gladys Liliana Lami, rechazó ayer un pedido de cambio de calificativa para un individuo que el 23 de noviembre del 2019 asesinó de tres disparos a la nueva pareja de su ex mujer.

Así lo resolvió la magistrada, al desestimar el pedido de los abogados Susana Corbalán y Antenor Ferreyra, defensores de David Ramírez de 33 años, quien segó la vida de Abraham Ezequiel Barrientos, de 27, ultimado a tiros el 22 de noviembre de 2019.

Hipótesis fiscal

Según los fundamentos de la fiscal Andrea Darwich, el escenario fue la casa de la ex pareja de Ramírez, la docente Nilda Beatriz Ruiz, de 32 años, en el B° Estrella Roja, en Herrera, Avellaneda.

La hipótesis fiscal indicaría que Ramírez y Ruiz pusieron fin a su relación, mientras ella aguardaba el nacimiento de una beba.

Meses después, la maestra y la víctima iniciaron un vínculo, ignorando que Ramírez acostumbraba a vigilarlos, trascendió.

Aquella noche, la víctima fue a casa de Ruiz, acompañado por su hija, fruto de una relación con una mujer que había fallecido años atrás a raíz de una enfermedad.

También esa noche Ramírez los habría vigilado. Mientras los adultos y los niños dialogaban, Ramírez irrumpió en la casa armado con un revólver.

No dijo nada. Miró a Barrientos y abrió fuego tres veces.

Luego de matarlo, huyó de la vivienda, llamó por teléfono a un amigo y se entregó ante un policía conocido, quien le secuestró el arma y lo condujo a la Seccional 19 de Herrera.

Teoría de la defensa

Para la defensa, el triste fin de Barrientos debe ser reformulado de “homicidio simple”, de 8 a 25 años de cárcel, a “homicidio cometido en estado de emoción violenta”, de 3 a 6.

Según el criterio de la defensa, Ramírez se sintió traicionado y no dirigió racionalmente sus acciones.

Después de fundamentar las características de la “emoción violenta”, los abogados juzgaron que el desenlace no refleja en su real magnitud la conducta de Ramírez.

Finalmente, la jueza desestimó el planteo y Ramírez llegará a juicio, imputado por “homicidio simple”.

Amenazas, violencia y convivencia tortuosa

De acuerdo con la investigación fiscal, la docente habría declarado que sus días junto al homicida fueron un calvario.

Recordó que no hubo un solo ataque contra un hombre, sino que antes protagonizó otro escándalo que no acabó en luto de milagro.

Salud mental

Al relato de la maestra la fiscal incluirá las pericias psicológicas al detenido, quien habría planificado la muerte de Barrientos, un antagonismo que lo diferencia del crimen en “emoción violenta”.

Los testigos deslizaron que el homicida amenazó a Barrientos y que siempre tuvo pleno dominio racional de sus acciones.