Lo apresaron por abusar de su hermanita, pero sería inimputable pues tenía 15 años

Un joven friense fue detenido ya que habría abusado sexualmente de su hermana cuando tenía 6 años, pero no podría ser juzgado ya que en ese entonces era menor e inimputable.

Ese horror convulsiona y genera hoy un cimbronazo en el seno de una familia disgregada: padres separados, hermanos en situación de orfandad y una madre, a quien la Justicia la despojó de la patria potestad.

Tres años atrás él tenía 15 años y la víctima, 6. La chiquita asistía al jardín de infantes.

En muchas ocasiones, el hermano la habría abusado y sometido a prácticas aberrantes.

Días oscuros

Por aquellos años, el hogar sólo destilaba peleas, violencia y conflictos en la pareja.

La familia enfrentaba sus propios dramas y nadie se detuvo a contemplar la mirada triste de la nena.

El abusador y otra hermana vivían con su padre. La progenitora había perdido la patria potestad y la Justicia entregó a la chiquita a una tía (de crianza de su madre).

Tres años después, la menor confió su calvario a su madre, quien interpuso la denuncia que recayó en órbitas de la fiscal, Natalia Simoes. La funcionaria pidió la detención del muchacho, imputándolo por “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo”.

Cámara Gesell

Urgente, dispuso también una Cámara Gesell (concretada el viernes), en cuyo transcurso la menor relató las prácticas aberrantes y reiterados vejámenes sexuales, sin que ningún integrante de la familia lo supiese, o al menos hiciese algo para frenarlos.

“Estaba en el jardín e iba a entrar al primer grado”, habría recordado la niña.

Al cotejar en el almanaque y documentación escolar, los investigadores establecieron que el detenido tenía apenas 15 años.

Por ende, debería ser declarado inimputable, pero igual continuará detenido porque el proceso demanda diversas pericias.l

Alguien “sobra” en la familia disgregada

Con sus realidades diametralmente opuestas, Natalia Simoes intuye que los hermanos no pueden regresar a su mundo habitual como ni nada hubiese ocurrido.

Aún con un proceso penal de previsible final, la Fiscalía habría dado intervención a una defensora tutelar y a la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Subnaf) para que monitoreen a la familia y determinen el futuro del joven y de la víctima.

Por ende, esta semana ambos serían evaluados psicológicamente y después serán los expertos quienes establezcan el “destino” de uno y del otro.

Más allá de la forma, en esencia todos los profesionales coinciden en que la niña vivió un martirio que quizá se potenció hasta el presente, ya que su responsable estaba a su lado, compartiendo charlas, comidas y juegos.l