Fiscalía pidió ratificar prisión perpetua por femicidio de Marilyn y la defensa su nulidad

El “Sereno” o “Negro” Ariel Nahuel Coria acudió ayer ante un tribunal de alzada, resuelto a convencerlo de que el 14 de octubre del 2016, la muerte de su ex pareja embarazada, Marilyn Méndez, fue la fatal consecuencia de una “pelea”, mas no de un frío y pasivo femicidio.

Para las fiscales Marta Ovejero, Pilar Gallo y el querellante Javier Leiva, la joven madre acabó ultimada a sangre fría. En cambio, el abogado defensor, Juan José Saín, instó al nuevo tribunal a dictar la “nulidad” de la sentencia, por “indeterminación de la acusación”.

El prólogo de esta historia se remonta a la noche del 14 de octubre del 2016. Al final de una odisea con golpes y puñaladas, el “Sereno” huyó de la casa de su ex pareja y madre de tres niños, dejándola agonizante y malherido a su novio, Mario Torres.

Para las fiscales, aún tres años después, el “Sereno” jamás aceptó el fin de la relación. Mucho menos que Marilyn rehiciera su vida afectiva con un amigo en común, Mario Torres. Los meses previos los vigiló en la casa y condujo ese desamor a un alto nivel de tóxico despecho y pergeñó una sangrienta venganza, subrayaron las funcionarias en su hipótesis.

Cerca de las 21, dejó en la vivienda a su hijo mayor. Luego, ocurrió algo aún no clarificado. Sólo se sabe que sobrevino un enfrentamiento: Torres terminó apuñalado en una mano. Marilyn recibió varios cortes en todo el cuerpo y una puñalada mortal en el cuello, por la cual dejó de existir después, desangrada.

Sentencia

El proceso demandó dos años de investigación. El 1 de octubre del 2018, los vocales Graciela Viaña de Avendaño (presidenta), María Angélica Peralta de Aguirre y Alfredo Pérez Gallardo condenaron a perpetua al albañil, considerándolo único responsable del calvario de la víctima y madre de tres niños en común con el “Sereno”.

Dos años después, la defensa contragolpeó con una nueva estrategia. Saín reveló ayer que el desenlace no necesariamente expuso la conducta de su cliente. Descartó que Méndez o Torres hayan permanecido pasivos. “Donde la Fiscalía contempló un ataque, yo vi una pelea”, graficó.

Allí radica lo medular de una batalla imprevisible, cuyo corolario puede ratificar el “femicidio”, o bien las potenciales “nulidades” debilitar la condena, o tal vez hasta morigerarla.

La decisión final será potestad de los vocales Gloria Cárdenas, Cristian Vittar y Luis Eduardo Lugones.

“Jamás perdonó a Marilyn su nueva relación y embarazo”

Desde el minuto cero del proceso, las fiscales literalmente minaron la estrategia defensiva del “Sereno”, imputándolo por “femicidio y homicidio doblemente agravado”, “tentativa de homicidio” y “aborto en concurso ideal de delitos”.

En el juicio, las funcionarias señalaron que con mucha antelación, Coria escribió con sangre el futuro epitafio en la imaginaria lápida de Marilyn. Es decir, dejaron en claro que el condenado actuó con frialdad y, por ende, descreen que lo movilizara “la emoción violenta”.

Descartaron que el embarazo fuese el desencadenante, por cuanto él ya supo meses atrás que Marilyn esperaba un hijo de Torres. En las audiencias del juicio, subrayaron que el individuo “jamás perdonó a Marilyn su nueva relación y embarazo”.

Finalmente, concluyeron que agotados los tiempos de “perseverar”, “insistir” o “presionar”, Coria asimiló que Marilyn jamás regresaría con él y resolvió que tampoco sería de Torres. En su mente, en su lógica, cerró el capítulo asesinándola.