En terrible accidente con un automóvil, muere deportista al mando de una motocicleta En terrible accidente con un automóvil, muere deportista al mando de una motocicleta
Un deportista que conducía una motocicleta murió trágicamente ayer, tras protagonizar un violento accidente de tránsito mientras circulaba por la Ruta Nacional N° 9, a la altura del kilómetro 927, en la ciudad de Ojo de Agua.
El siniestro se registró cerca de las 11, según explicó la policía.
De acuerdo con testigos presenciales, por causas que se tratan de establecer, un automóvil Volkswagen Gol chocó contra una motocicleta Guerrero Trip 110.
Los protagonistas
La motocicleta era guiada por un joven identificado como Franco “Puyo” Escobar, de 25 años, quien falleció a raíz de las graves heridas que le provocaron la colisión. A su vez, el conductor del automóvil resultó Federico Nahura (23).
Versión
El automovilista habría señalado a la policía que circulaba por la mencionada ruta, de norte a sur, y al llegar a la altura de la entrada de la estación de servicios “El Tala”, sorpresivamente el motovehículo se cruzó por delante.
El chofer del automóvil ahondó que pese a las maniobras que realizó, no pudo evitar el impacto.
De inmediato, la víctima fue trasladada al Hospital Zonal donde fue asistido por el médico de guardia.
Los galenos que lo examinaron indicaron que la víctima presentaba traumatismo de cráneo y fractura de miembro inferior derecho, y habría sufrido un ataque cardiorrespiratorio lo que provocó su fallecimiento.
Los efectivos se comunicaron con el fiscal de turno Dr. ángel Belluomini quien ordenó que el cuerpo sea trasladado a la morgue para ser examinado por el forense.
También dispuso que ambos rodados quedasen secuestrados.
Incluyó, el dosaje a los dos conductores y que peritos de Criminalística realicen los trabajos de rigor en el lugar. El chofer del auto quedó aprehendido.
Futbolista, muy querido y conocido
La víctima jugaba al fútbol en el Club Vélez Sarsfield de Ambargasta.
Las redes sociales transmitieron ayer la congoja colectiva, ya que Escobar era muy reconocido.
Con la misma intensidad, sus seres queridos lloraban la partida del joven e instaban a las autoridades a permitirles despedirlo, ceremonia mediante.
Vía Facebook, su familia solicitaba un momento de privacidad para tributarle el último adiós. El anhelo contrastaba contra las normas sanitarias, las cuales prevén a lo sumo dos horas de “despedida” y la inmediata sepultura.
