Los González y un vínculo de sangre y pasión por el básquet Los González y un vínculo de sangre y pasión por el básquet
Marco (48), Sebastián
(45) y Martín (41) son apasionados
del básquet aunque de
diferentes maneras.
Los hermanos
González comparten la
pasión por este juego, a pesar
de que terminó alejándolos
con el paso de los años.
Sebastián, hoy en Quimsa,
superó la barrera de los 500
partidos en la Liga Nacional.
Martín es un DT en ascenso.
Ganó el Súper 8 con Independiente
de Oliva, que fue el
equipo de mejor récord en la
temporada regular de la Liga
Argentina.
En los últimos días
el destino les permitió reencontrarse.
Marco era el que
mejor jugaba de los tres, pero
a los 18 años dejó el básquet
por razones de salud y hoy es
productor de seguros.
Sebastián habló de Martín.
“Sé que es un trabajador
inalcanzable. Hace diez años
que está en ese club, ha empezado
con los chicos y ha
seguido un proceso admirable
para mirarlo de afuera, con
jugadores en selección y subiendo
peldaño por peldaño.
Hoy con un título y jugando
como número uno de la Liga
Argentina me pone muy contento
porque sé lo apasionado
que es, lo que le gusta lo que
hace. Entonces, cuando se da
un resultado positivo es como
que refuerza todo eso. Y en la
familia, todos contentos. Sufro
mucho cuando lo veo a él,
sufro más que cuando jugamos
nosotros. Igual le pasa a
él, porque uno cuando no maneja
tiene más miedo que
cuando uno sabe que tiene el
control”, comentó el entrenador
de Quimsa.
“Es mi hermano más chico,
pero el mejor de los tres era el
otro (Marco), que se dedica a
otra cosa y es el que siempre
nos da consejos y nos habla a
los dos de esto, porque nosotros
vivimos el básquet intensamente.
Mi mamá (Ana María) es la
que sufre un poco más”, agregó
“Seba”.
La llegada de Martín a
Santiago con Independiente
de Oliva fue una invitación a ir
en su búsqueda.
“Vivíamos a una cuadra de
Atenas y de chiquitos empezaron
a jugar mis hermanos
primero, yo tenía 3 o 4 años.
Estuvimos muy ligados a la
mejor etapa de Atenas, los
primeros campeonatos. Estábamos
todo el día en el club.
Después Seba empezó a trabajar
en Atenas y yo con 15 o
16 años iba a ayudarlo como
monitor. A los 20 empecé a
trabajar ahí y estuve seis
años. Después volví para un
segundo ciclo de cuatro años
más, y los últimos, trabajé como
segundo asistente de Sebastián
en Liga Nacional”, recordó
el menor de los González.
A diferencia de Sebastián
y Marco, Martín nació en Santa
Fe. “Mi viejo (Roberto) es
productor de seguros y se fue
a trabajar en una compañía en
Santa Fe y ahí nací yo, pero al
año y medio ya estaba viviendo
en Córdoba”, comentó en
referencia a su infancia.
Mar t í n h a b l ó a d e m á s
acerca de la posibilidad de ser
asistente de su hermano. “La
primera vez que me habló fue
a los tres o cuatro meses de
que había arreglado con Independiente.
La gente del club
se había portado muy bien y
no me gustó la idea de dejarlos
en banda. También pasó
que yo dirigiendo una selección
de Córdoba, le propuse
para que vaya conmigo y sin
dudarlo fue de asistente”, indicó.
Desde Córdoba, Marco
comentó su experiencia con el
básquet. “Jugué hasta las categoría
Cadetes Mayores.
Después tuve una operación
de pulmón y dejé el básquet a
los 18 años. En Atenas estuve
hasta los 16. Recuerdo que
había empezado a estudiar en
la universidad y me fui a Hindú”,
recordó.
Marco siguió los pasos de
su padre y se convirtió en
productor de seguros. “Si bien
a la cartera no la hice fundamentalmente
con gente de
básquet, porque estuve alejado
un tiempo del club a raíz de
la enfermedad. Después me
acerqué cuando ellos iniciaron
la carrera como técnicos,
yendo a ver partidos y ahí uno
se reencuentra con la gente
del ambiente”, indicó.
Consultado acerca de qué
le generan los logros de Sebastián,
explicó: “Admiración
por la forma de ser, cómo encara
cada año los proyectos.
Es una persona que ha durado
mucho en las instituciones que
ha estado, eso habla bien”.
Y en referencia a Martín,
dijo: “Está muy arraigado en el
club donde se encuentra y
siempre ha dado pasos para
adelante. Pudiendo haber saltado
a otro club, eligió quedarse
ahí y está en ascenso
permanente. Lo que han hecho
este año es muy bueno,
más allá de cómo termine
porque ahora se ha complicado
un poco”.