Cuáles fueron los efectos del Covid en la salud visual Cuáles fueron los efectos del Covid en la salud visual
En nuestro País, dentro del
rango etario que va desde los
18 a los 74 años, solo el 59%
considera necesario el cuidado
de la salud ocular.
La pandemia de Covid-19,
que provocó más de 233 millones
de casos y 4,6 millones
de víctimas fatales en todo el
mundo, fue la responsable de
transformar nuestros hábitos
y obligarnos a hablar de una
nueva “normalidad”.
Si bien hoy en día estamos
más cerca del final de la pandemia,
esta trajo consigo innumerables
efectos colaterales
en todos los ámbitos.
Todavía
se estudian, no solo las
afecciones posteriores al virus,
sino también las consecuencias
del aislamiento en
nuestra salud física y mental.
Desde mediados de marzo
de 2020, en Argentina se
decretó el aislamiento social
preventivo obligatorio.
A causa
de esto, hubo un alza en el
uso de la tecnología que, si
bien fue fundamental, también
generó dolencias, marcando
un antes y un después
en el sistema visual de la población.
Las pantallas facilitaron la
comunicación y fueron cruciales
para mantener el contacto
supliendo, de alguna manera,
la falta de actividades presenciales.
Fueron, sin duda,
una herramienta esencial para
adaptar la oficina y la escuela
a nuestros hogares, pero la exposición
por tiempos prologados
a ellas evidenció en la población
diversas alteraciones
oculares como cansancio visual,
visión borrosa, sensación
de arenilla, ojos rojos o irritados,
síntomas propios del síndrome
de ojo seco.
La salud visual tras la pandemia
Una de las causas de esta última
afección es la disminución
de la frecuencia de parpadeo:
primera barrera de protección
del ojo. Normalmente,
parpadeamos entre 12 a
18 veces por minuto, sin embargo,
su frecuencia disminuye
a la mitad cuando estamos
frente a un dispositivo lumínico,
por lo que la producción de
lágrimas no es suficiente para
mantenerlos húmedos.
Si bien
es una patología muy común
-especialmente en mayores de
50 años-, a partir del confinamiento
y todo lo que implicó:
teletrabajo, clases virtuales,
innumerable cantidad de
opciones de entretenimiento a
través de pantallas, hoy se registra
un importante incremento
de la enfermedad en jóvenes
de entre 18 y 24 años.
Frente a esta problemática,
desde la Sociedad de Oftalmología
de Santiago del Estero vamos
a explicar algunas de las
formas para tratar esta afección
que suele ser de tipo crónico.
En primera instancia se sugiere
controlar el tiempo de exposición
a los dispositivos tecnológicos
y cambiar los hábitos
de interacción con ellos, ya
sea incrementando la frecuencia
de parpadeo, usando lágrimas
artificiales para humectar
los ojos y/o sacando la vista de
la pantalla cada cierta cantidad
de tiempo. A esta última se la
llama regla de los 20.
La clave está en descansar la
vista de la tecnología cada 20
minutos y mirar a una distancia
de 20 pies (6 metros) durante
20 segundos. De esta forma,
evitamos estar enfocados a
distancias cortas durante mucho
tiempo, lo que permite variar
la distancia focal y descansar
la vista.
A su vez, los especialistas
planteamos que la mejor forma
de tratamiento es la prevención,
y esta contempla desde la
alimentación, la periodicidad
de los controles oftalmológicos
y la utilización de filtros azules
en anteojos que se adapten
a las necesidades de cada uno
para frenar las ondas molestas
provenientes de los espectros
de luz.
Cuando una persona esfuerza
la vista, contrae ciertos
músculos que alteran la producción
normal de la lágrima.
Miopía en los niños
La miopización en la población
infantil es otra de las consecuencias
que el aislamiento acentuó
en la salud ocular de la población.
Al incrementarse el tiempo de
uso de la tecnología en gran nivel
y al disminuir las actividades
al aire libre que les permitan a los
más chicos descansar el ojo y recibir
luz solar, los niños cambiaron
las características de sus ojos.
Los rayos del sol liberan dopamina
en la retina, sustancia
que evita el alargamiento del globo
ocular. Por lo tanto, si se reducen
las actividades al aire libre, el
cuerpo no desarrolla este neurotransmisor
en cantidad suficiente
y la miopía se dispara.
Un estudio publicado en The
Lancet, donde colaboraron más
de 16 oftalmólogos, concluyó que
los jóvenes de entre 5 y 18 años
aumentaron en un 40% la progresión
de su miopía entre 2019
y 2020.
Miopía: casi la mitad de la
población la sufrirá en 2050
De acuerdo con un informe
presentado por Ophthalmology,
(revista de la Academia Estadounidense
de Oftalmología), se estima
que el 49,8% de la población mundial
sufrirá de miopía para 2050 y
el 9,8% desarrollaría miopía alta,
convirtiéndose en uno de los principales
motivos de deterioro visual
a nivel mundial.
Hoy, luego de más de un año
sin confinamiento, la sobreexposición
a las pantallas continúa siendo
parte de la vida diaria de las
personas: un hábito que llegó para
quedarse y que demanda la necesidad
de prestar mayor atención
al cuidado de la salud de nuestros
ojos.
Por esta razón, y en el marco
del Día Mundial de la Visión, que se
conmemoró el 13 de octubre pasado,
se recomienda a toda la población
recordar realizar controles
oftalmológicos de forma periódica
para la pesquisa de distintas
enfermedades oculares, además
de seguir los consejos y buenas
prácticas para el cuidado diario de
la visión.
Un nuevo estudio explica cómo
llega esta enfermedad a los ojos
Las personas responden
de diferentes formas a las infecciones
por Covid. Se ha
visto que algunas personas
desarrollan problemas respiratorios
que pueden ir de leves
a graves y otras no experimentan
ningún síntoma.
Por lo que respecta a los
ojos, la conjuntivitis sigue
siendo el signo más común de
Covid en los ojos, tanto en
criaturas como en adultos.
Los médicos aún están
aprendiendo cómo la Covid
afecta los ojos, pero lo que sí
se sabe es que algunas personas
con Covid experimentan
inflamación en todo el
cuerpo.
Esta inflamación puede
provocar la formación de coágulos
de sangre. Estos coágulos,
a su vez, pueden viajar
por el cuerpo y llegar a las venas,
arterias y vasos sanguíneos
del ojo.
Según un nuevo estudio,
pocas personas con Covid
desarrollarán problemas oculares.
Sin embargo, cuando
estos problemas ocurren,
pueden ir de leves a muy graves
para la visión. Incluso
muchos de ellos pueden afectar
la retina.