Gastronomía sostenible: el vínculo entre la buena comida y el medioambiente

La cocina no solo se trata de sabores y platos deliciosos, sino que también considera su impacto en el medio ambiente. La relación entre los alimentos y el medio natural se ha convertido en un tema de primer orden con una creciente preocupación por la conservación del planeta. En este punto, la industria gastronómica tiene cierta responsabilidad. Por ese motivo, analizaremos cómo la gastronomía puede hacer una contribución positiva al medio ambiente y cómo los chefs, clientes y consumidores pueden tomar decisiones conscientes que conduzcan a una cocina responsable.

Agricultura sostenible:

Esta práctica tiene como objetivo reducir al mínimo las consecuencias ambientales, dando lugar a la producción de alimentos saludables. Este método está basado en la agricultura orgánica, la permacultura y la agroecología, promoviendo la biodiversidad, la reducción del uso de productos químicos y, por ende, la conservación del suelo.

Aquellos establecimientos gastronómicos que optan por contratar productores regionales incentivan, por un lado, el crecimiento de la economía local y, por el otro, contribuyen a la reducción de monóxido de carbono, al no tener que valerse de transportes de larga distancia.

Reducción del residuo:

Los restaurantes y distintos establecimientos, principalmente los de comida rápida, suelen utilizar recipientes prácticos y económicos para llevar. Tanto las botellas de gaseosa, así como los envases descartables -principalmente los de plástico y papel de aluminio- son una fuente significativa de residuos no biodegradables.

El reciclado de materiales ha ganado suma importancia, no solo en los establecimientos gastronómicos, sino también en los hogares. Sabiendo esto, es importante seguir incentivando a las futuras generaciones para que tomen esta práctica como habitual. Con la misma intención, es esencial que los responsables gastronómicos promuevan alternativas más sostenibles, como envases biodegradables o reutilizables, contribuyendo de esta manera a la reducción de desperdicios.

Cambios en la alimentación:

El aumento de la población mundial trajo consigo el incremento de la producción de criaderos animales para abastecer la gran demanda mundial de carne que se fue generando.

Estos establecimientos generan grandes cantidades de residuos animales y aguas residuales que pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua colindantes. Además, la deforestación para la expansión de las áreas de pastoreo y la producción de alimento para el ganado contribuyen a la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. Los gases como el metano, producido por la digestión de los animales, y el óxido nitroso, derivado del manejo de los desechos, magnifican el calentamiento global y cambio climático, generando consecuencias para nuestro planeta.

Por otro lado, en los últimos años, la cocina basada en plantas ganó terreno, contraponiéndose con la producción desmedida de alimentos cárnicos. Esto dio lugar a una toma de consciencia, ya que la cría intensiva de animales trae como principal efecto un alto impacto ambiental. Esto no implica que debamos dejar de consumir carnes, pero debemos ser conscientes acerca de sus consecuencias globales.

La gastronomía y el medioambiente presentan una estrecha relación, crucial para nosotros poder reconocer el impacto que nuestras elecciones culinarias generan en el entorno natural. Podemos contribuir en la preservación del medioambiente adoptando prácticas sostenibles en la cocina: desde la elección de ingredientes hasta la reducción del desperdicio de alimentos. No solo contribuiremos a la protección de nuestro planeta, sino que también abriremos la puerta a una gastronomía más saludable, ética y con conciencia medioambiental. La cocina sostenible es y será, sin dudas, un camino hacia un futuro más sabroso y respetuoso con el medioambiente.

Por Darío Rodríguez, director de la Licenciatura en Gastronomía de UADE.