El día en que el Juzgado estalló en furia y balas El día en que el Juzgado estalló en furia y balas
Los empleados judiciales lo reconocieron al instante. Se trataba de Hisse. Lo llamaron por su nombre, le hablaron e intentaron tranquilizarlo, pero nada consiguieron. A una mujer, compaÑera de trabajo del mismo sector, y con quien compartía sus jornadas, le apuntó en la cabeza amenazándola con matarla si se acercaba. Idéntica actitud tuvo con algunos profesionales del derecho que se encontraban en el lugar y quisieron hacerle deponer de su actitud. Todos fueron amenazados por el sujeto que visiblemente se encontraba preso de un ataque de ira. Muchos optaron por correr hacia el exterior del edificio. Otros se encerraron en sus oficinas temiendo que el joven continuara disparando.
Los policías que custodian el edificio, al oír los disparos corrieron al sector. El primero en llegar, fue un efectivo de apellido Soto. Hisse, al observarlo le apuntó en la cabeza con el arma y le pidió que no se acercara. Al instante arribó la cabo Ruiz. Los uniformados al notar el crítico panorama, optaron por hablar con el joven para que deponga su actitud, ya que temían por la integridad física de las personas presentes en el lugar. Con mucho profesionalismo, los policías consiguieron contener la situación sin recurrir al uso de la fuerza, sino el desenlace hubiera sido peor. Al cabo de unos minutos, Hisse se entregó a los policías y estos lo trasladaron hacia la Seccional 41.