Descubrieron a motociclistas con carnés de conducir falsificados Descubrieron a motociclistas con carnés de conducir falsificados
La noticia la confirmó ayer a EL LIBERAL la jueza Rosa Falco, quien ya trabaja respaldada por expertos de la División Delitos Económicos. Supuesta “falsificación de instrumento público” es la imputación que les sería enrostrada a los responsables de las operatorias.
Antes, la funcionaria intenta recrear el circuito que seguirían los “clientes”, hasta llegar a los “hacedores” de los carnés.
El origen
Según se supo, todo comenzó noches atrás cuando varios motociclistas fueron demorados en los controles de tránsito. En segundos, quedó al descubierto que sus carnés eran falsos.
Dada la recurrencia de falsificaciones, las autoridades de Seguridad Vial formularon la denuncia. Hasta ahora, Falco habría tomado testimonios a todos los motociclistas involucrados. éstos habrían señalado que “tramitaron” los carnés ante la Dirección Provincial de Transporte, se supo.
Sin embargo, hay una segunda corriente investigativa muy distinta. ésta indicaría que los carnés fueron confeccionados en una vivienda particular y no en algún organismo público.
Características técnicas
Las fuentes explicaron que los carnés tendrían mucha similitud con los genuinos. Sin embargo, habrían sido descubiertos por pequeñas diferencias y quizá debido al color de la tinta empleada, dijeron los voceros.
En procura de obtener más certezas, la jueza envió policías que trabajaban ya con los órganos respectivos. Ahora, los expertos estudian los carnés truchos, en especial tomando otros testimonios de los motociclistas. Más allá de haber colaborado en un principio con la policía, los investigadores intuyen que no ventilaron la verdad en su justa medida.
Es más, en los motociclistas se advertiría un inocultable temor a quedar “pegados” en la incipiente investigación, aún cuando habrían aclarado -por las dudas- que no obraron de mala fe y pensaban que “todo era legal”, precisaron.
Desentrañar
Al desandar las maniobras, Falco requiere mayores certezas: es decir, busca establecer qué tanto ignoraban los motociclistas sobre la naturaleza de los carnés.
Prima facie, se sabe que les cobraban entre $ 200 y $ 300, sin realizar caminata alguna hacia los organismos y sin prueba alguna para conducir. Y lo vital. La jueza quiere frenar el aluvión del trabajo del o los falsificadores, o se corre el serio riesgo de que contamine el mercado con su “trabajo”.