Cuenta regresiva para los alegatos y la sentencia

Los dos están acusados de "homicidio calificado por alevosía", es decir al final del túnel la única luz que divisan hoy Fernández Oro y Cortez es un serio peligro de prisión perpetua.

Puertas afuera, emerge la sensación de que la suerte de los acusados está estrechamente ligada.

Sin embargo, la verdad no emerge nada pura y cristalina para el tribunal. Esos capítulos deliberadamente vedados por el dúo, los jueces deberán buscarlos en otros testigos, o entrecruzar la historia sobre la base de las propias contradicciones.

Es que en la recta final del proceso penal, aún suenan poco convincentes las últimas horas de Luisito. ¿Por qué subió a la moto en que iba el hombre que antes lo amenazó de muerte?

¿Viajó a una cita amorosa con una desconocida, o bien a un ritual umbanda? ¿Después de meses de ausencia de la familia, por qué Gabriela Franco (del B° Aeropuerto) lo trajo en su moto y dejó en la casa de sus padres? ¿Cortez era amigo apenas de 3 o 4 meses? ¿Cómo se embarcó en un asesinato, cuyo móvil aparente sólo importaba a Alan? ¿Ingenuidad, o liderazgo umbanda?

El personal de la División Criminalística entregará las conclusiones la semana entrante. Hasta entonces, el juicio ingresó en un compás de espera, largo y tedioso para los personajes.