Desgarradoras muestras de dolor en el último adiós al chapista Darío Pérez

"A mi hermano no me lo van a devolver, es un dolor que vamos a llevar por siempre. La Justicia del hombre, si se tiene que dar que se de, yo espero la Justicia Divina", así lo aseguraba Carlos Ponce, hermano de Darío Pérez, el hombre asesinado en la Seccional 10ª.

Carlos recordó a su hermano y expresó su dolor a EL LIBERAL, apenas unas horas después de haberle dado el último adiós al depositar sus restos en el cementerio La Piedad.

Tras velarlo en su casa de calle Oncativo al 900 del barrio General Paz, pasadas las 15 partió el cortejo hacia el cementerio y allí se vivieron escenas dramáticas, ya que nadie comprende aún ni encuentra consuelo a la forma en la que le quitaron la vida a Darío, aparentemente torturado en el interior de la dependencia policial, hecho por el que hay cuatro efectivos detenidos.

"Solíamos ir a pescar, a cazar juntos; habitualmente celebrábamos todos su cumpleaños en la casa de mi madre (el miércoles hubiera cumplido 40 años). Dejó un vacío muy grande", afirmó Carlos.

Seguidamente agregó: "Todavía no caigo, para mí no murió, nos lo arrebataron".

Duelo

El hermano de la víctima sostuvo que para todos va a ser muy difícil lo que viene por delante, "tendremos que velar los tres hermanos que quedamos por nuestros viejos, que vivían con él y por sus siete hijos".

Darío, de 40 años, tuvo siete hijos con distintas parejas y ya era abuelo. Era chapista y pintor. El martes por la noche murió en la Comisaría 10ª tras un confuso incidente con varios efectivos y la autopsia determinó que presentaba múltiples hematomas y la causa de su muerte fue "asfixia por sofocamiento".

Al ser consultado sobre lo que espera para de los policías acusados de la muerte de su hermano, Carlos sentenció: "Esa gente no merece ser policía, se esconden detrás de una placa y abusan del poder".

Al finalizar, insistió en que espera "Justicia Divina" para los culpables.