Juzgan a peón de Suncho Corral por matar a su ex pareja y dejar malherido a su nuevo novio

Siete años después del horror desatado en el interior de una vivienda de Suncho Corral (Juan Felipe Ibarra), un tribunal juzgará desde mañana a un jornalero acusado de asesinar a cuchilladas a su ex pareja y dejar malherido a su nuevo novio, después de haberlos seguido hacia una casa deshabitada.

Los vocales Juan Storniolo, Julio Alegre Paz y Luis Domínguez, sentarán en el banquillo de los acusados (vía virtual) a José Fernando Ruiz ("Pelao"), imputado por "femicidio agravado por el vínculo y mediar violencia de género", en perjuicio de Mónica Belén Reinoso (18) y "homicidio en grado de tentativa", en perjuicio de Antonio Daniel Diolan.

Según el fiscal álvaro Cantos, la madrugada (0.30) del 26 de enero de 2014 Mónica y Antonio (34), permanecían dentro de una casa.

De pronto, irrumpió José (domiciliado en el B° Challua) y los alumbró con un encendedor. Hasta entonces, la separación no había resultado en buenos términos; ni siquiera la "convivencia" teórica, en virtud de ser padres de una nena de dos años.

El reencuentro fue peor. "¡Así los quería pillar!", habría gritado José. Al instante, se abalanzó a Mónica y le asestó una certera cuchillada a la altura del tórax. Luego se enfrentó a Antonio, quien resultó con cuatro cortes en distintas partes del cuerpo.

Con los dos hombres peleándose a trompadas, Mónica salió de la vivienda, caminó 50 metros hasta la casa de una prima y se precipitó en un charco de sangre. El filo del cuchillo había ingresado en el hemitórax izquierdo y le había perforado el corazón.

Mientras la prima socorría a Mónica, su esposo fue corriendo en auxilio de Antonio. Lo encontró a mitad de camino malherido y sangrando. José se había escapado y abandonó en la casa el cuchillo, trascendió del proceso.

Quince minutos después se presentó la policía, pero Mónica ya no tenía signos vitales. Al día siguiente, los investigadores de la División Homicidios y Delitos Complejos de la Capital apresaron a José, mientras dormía oculto en una zona montuosa.

El herido fue trasladado al Hospital Regional Ramón Carrillo, y sobrevivió. Años después viajó a Buenos Aires, donde dejó de existir.

Los policías secuestraron el arma homicida, un cuchillo tipo carnicero de 32 centímetros, 20 centímetros de hoja y 12 de cabo. En el lugar, trabajaron efectivos de la División Criminalística de Suncho Corral y sus pares de la Capital, más Homicidios y Delitos Complejos.