Condenaron a una mujer por “apañar” abusos en manada a hijas menores

Un tribunal condenó ayer a ocho años de prisión a una mujer del departamento Juan Felipe Ibarra, al hallarla responsable de ser "partícipe necesaria" del abuso sexual en manada de dos de sus hijas. Sin embargo los testimonios originales subrayaban la existencia de al menos seis hijas damnificadas, de 15, 13, 12, 10, 8 y 7 años.

Después de cinco audiencias, el tribunal condenó a Ana María Lejido por esos delitos. Los vocales coincidieron en la imputación, pero difirieron en el monto de la pena: María Eugenia Carabajal votó por 9 años y 6 meses; Raúl Santucho y Luis Domínguez refrendaron por una pena de 8 años de cárcel, lo cual prevaleció por mayoría.

La odisea de las hermanas salió a la luz en junio de 2017. Tres adolescentes huyeron por entonces de su casa, caminaron 10 kilómetros y pidieron socorro a una tía paterna. Asqueadas, relataron que el padrastro las violaba y las entregaba a sus seis hermanos y que su madre "apañaba" todo, bebía y disfrutaba los abusos colectivos.

Fue interpuesta la denuncia en el interior, pero la Fiscalía derivó las actuaciones a su par capitalina, Andrea Juárez, quien en dos meses apresó a la madre, a su concubino y a cuatro hermanos, dos de los cuales huyeron.

Las tres víctimas fueron contundentes: once hombres, padrastro, hermanos e hijos, accedieron sexualmente y manoseaban a seis hermanas con anuencia de su madre. En Cámaras Gesell, shoquearon a los funcionarios con sus crudas descripciones de lo vivido. "Mi padrastro me abusaba. Mi mami se reía y les gritaba: viólenlas". Según relató la adolescente de 15 años, madre a los 13. "Se las pasaban de mano en mano a mis hermanas; las violaban, pero antes las manoseaban como querían", aseguró.

La de 13 habría indicado que era habitual que las encerraran y las violaban y "mi mami se c... de risa". Aquella que se resistía acababa relegada, encerrada en el corral de las cabras. Después, también fueron escuchadas las otras hermanitas de 12, 10, 8 y 7 años. Aportaron más historias, con un fuerte sesgo sexual, en una casa en que era común ser manoseadas en inequívoca orfandad.

El alto cuerpo dejó caer ayer el martillo para la madre detenida. La Fiscalía había pedido 9 años y 6 meses de prisión. Enfrente, los defensores, Francisco Palau, Víctor Nazar y Gustavo Jorge instaron "a la absolución" por un estado exculpatorio, "ya que era víctima de violencia de género", juzgaron en sus alegatos. A las 12.30, el tribunal develó el veredicto: ocho años de prisión y continúa vigente el arresto domiciliario otorgado meses atrás.

En 2018, penados el concubino y tres hermanos

El 28 de diciembre de 2018, el juez de Control y Garantías, Rodolfo Améstegui, ya había condenado a cuatro individuos por las vejaciones a las menores.

En juicio abreviado consensuado entre la defensa y la Fiscalía fueron condenados, Belindo Ariel Orellana, a 9 años; también sus hermanos Cristian Omar Orellana, 9 años y 6 meses; Joaquín y Jesús Orellana a 3 años de cárcel: los dos últimos incurrieron en manoseos.

Al reconstruirse la odisea de las hermanas, trascendió que Lejido inició una convivencia años atrás con Belindo Orellana.

Tuvieron cuatro hijas. A la vez, Lejido criaba a dos niñas, de una relación anterior. En menos de siete meses, Belindo abusó de la mayor de sus dos hijastras. La "arrancó" de la escuela primaria y la vejó entre los 10 y 16 años. Sin que denotara algún atisbo de "catadura moral", Belindo incluyó a seis hermanos y cuatro sobrinos para padecimiento de las hijastras y hasta de sus propias hijas biológicas.

Con muchos vecinos sospechando del pervertido submundo sexual de los adultos, la mayor de las hermanas habría manifestado que se lo confió a un maestro. No solo no hizo nada, sino que hasta hubo un episodio en que también la habría manoseado.