Apresan a un joven y buscan a cómplice, acusados de atar y abusar de una adolescente de 15 años Apresan a un joven y buscan a cómplice, acusados de atar y abusar de una adolescente de 15 años
Un joven fue detenido
en Loreto y la policía busca
a un cómplice, sospechados
de haber raptado a
una adolescente que luego
abandonaron con golpes
en la espalda y claros indicios
de abuso sexual.
De acuerdo con la investigación
policial, la víctima
tendría 15 años.
En la
tarde del martes un conocido
suyo la habría ascendido
a un automóvil, sin
que aún se establecieran
las circunstancias y sus
protagonistas.
El vehículo habría partido
del centro y terminó
estacionándose a la vera
de la ruta 9, a casi 100 metros
del acceso norte de
aquella ciudad.
Ello forma parte del
prólogo de una investigación
a cargo de la fiscal
Vanina Aguilera, quien se
habría rodeado de policías
expertos, resueltos en buscar
las piezas de un rompecabezas
muy difuso.
Un “¿entregador”?
Trascendió que la adolescente
habría sido atacada
en el interior del auto.
Una hipótesis es que fueron
dos individuos, a uno
de los cuales ella conocía.
Un funcionario arriesgó
que podría tratarse de un
“entregador”.
Después de casi una
hora, la jovencita habría
sido bajada del coche en
estado desesperante. Dos
motociclistas la socorrieron:
alertaron a la policía
y al personal del Hospital
Oscar ávalos.
“Me ataron con cordones.
Me tuvieron en el
monte y me preguntaron
por un comerciante”, habría
indicado la joven angustiada
a los enfermeros,
sin que éstos alcanzaran a
comprender el contexto.
Traslado
Una vez estabilizada,
la paciente fue conducida
anteanoche al Hospital
Regional. En ambos centros
de salud, los profesionales
habrían implementado
el protocolo emanado
de casos de abuso
sexual. El día después, trascendió
que los médicos y
forenses habrían confirmado
signos de abuso sexual
en la adolescente.
También, que presentaría
golpes en la espalda y que
habría identificado al joven
que la ingresó en el
coche, más no a su acompañante.
Un funcionario policial
trabajaba ayer, intentando
reconstruir la trayectoria
del auto y, con ello, era optimista
en que las cámaras
de seguridad privadas hayan
alcanzado a detectar
el paso del vehículo.
La víctima se encuentra
aún shoqueda y los policías
esperarán luz verde
de los médicos. Luego, la
interrogarán en los aspectos
más insignificantes, ya
que confían en que tras el
trauma surjan detalles
certeros que les posibilite
avanzar en la causa.
Indagan en los grupos de
Whatsapp y redes sociales
La policía indagaba anoche en las redes sociales, grupos
de Whatsapp, y el entorno del apresado, ya que sospechan
que el aún anónimo integra su círculo muy íntimo.
Coordinados por la fiscal Vanina Aguilera, los policías
trabajaban con todo el núcleo juvenil de la víctima y los victimarios.
Tratándose de un distrito pequeño, Loreto, la policía
era partidaria de indagar en los amigos y reconstruir el último
lugar en que la adolescente estuvo por voluntad propia.
Luego, habría perdido el control de su libertad y terminó
conducida hacia una zona montuosa de la zona norte de la
ciudad, donde fue sometida a una cruel agresión física y ataque
sexual, cuyas secuelas mantenían aterrados a sus familiares
y amigos, al cierre de esta edición.
Confían en que la exposición
delate al segundo sujeto
En los celulares, los policías
depositaban anoche el
fuerte de su estrategia, ya
que el ataque a la jovencita
habría provocado un revuelo
masivo de jóvenes, con
sorpresivos viajes en algunos
pocos.
El joven identificado sería
el principal “anzuelo” en
quien la Justicia concentraba
su atención, ya que aún
no delató a su cómplice, pero
los efectivos deslizaron
anoche que estaba al caer.
Al parecer, el imputado
comenzó a preocuparse
porque no desea asumir solo
las consecuencias de lo
ocurrido en la ruta 9, confió
uno de los funcionarios.
Mientras el muchacho
meditaba los pasos a seguir,
los policías buceaban en redes
sociales y las últimas
comunicaciones por celular,
sin que nadie haya reconocido
que la fuente sea necesariamente
su aparato.
Así lo subrayó un alto
vocero policial, quien pronosticó
que el nerviosismo
tal vez haría cometer errores
al aún anónimo, pero
cualquier acto, como desaparecer
de Loreto, que difiriese
con su rutina también
sería nocivo y podría delatarlo
ante la Justicia.