Fiscales piden 10 años de cárcel para 3 detenidos del grupo que golpeó y mató a Franco Tévez Fiscales piden 10 años de cárcel para 3 detenidos del grupo que golpeó y mató a Franco Tévez
La Fiscalía requirió ayer
sendas condenas de diez años
de prisión para los hermanos
Jorge René y Fanny Rojas e
Iván Caballero, a quienes atribuyó
la salvaje agresión de
Franco Tévez, 16, la madrugada
del 25 de febrero del
2019 en el límite de los B° Colonia
San Francisco y Colonia
Osvaldo, hecho que diez días
después segó su vida.
“Homicidio simple” fue la
figura atribuida por las fiscales
María Emilia Ganem y Alejandra
Sobrero, en la penúltima
jornada del debate oral en
un recinto al que asistieron
familiares de la víctima y los
victimarios.
Para la Fiscalía, el primer
capítulo estalló en un baile en
que un tal “Bebe” asestó una
trompada a “Gastón”, al parecer
por cuestiones de polleras.
Lejos de pacificarse, a la
salida del baile Fanny y compañía
(un total de 15 personas)
habría esperado al considerado
bando rival.
En efecto, en
calles Gardel y Catamarca,
estalló un escándalo tras otra
trompada que hizo blanco en
uno de los “amigos” de Franco
Tévez.
De los relatos de media
docena de testigos, la Fiscalía
elaboró su teoría: los unos
emboscaron a los otros, apenas
a 30 metros de la casa de
los Rojas.
Fanny trajo de su
vivienda una pata de una cama
de algarrobo (con un peso
de 1 kilo 300 gramos) y agredió
a varios rivales golpeándolos
solo en la cabeza.
“Aquí mando yo”, habría
bramado Caballero, adoctrinando
a su gente de lanzar ladrillazos
y hasta rebencazos al
grupo de Franco, cuyos integrantes
buscaban una rendija
imaginaria para escapar del
“malón”.
Ganem fue puntilloza y
enfática: “No hubo una pelea.
Franco nunca intervino en ella.
No lanzó una sola trompada.
Hubo una decisión deliberada
de matarlo. Fanny lo golpeó
varias veces en el piso en la
cabeza. Los dos restantes, lo
patearon en diferentes partes
del cuerpo”.
Del extenso alegato fiscal
se desprende una hipótesis
inequívoca. Hubo muchas
personas más que agredieron
al joven y no estuvieron sentadas
en el banquillo de los
acusados.
Cuando la barbarie cesó,
Franco caminó, se arrastró y
llegó a su casa. Su madre lo
recibió y condujo a la cama,
optimista en que al día siguiente
despertase mejor. No hubo mejoría alguna,
sino una agonía que forzó a su
internación. El adolescente
pereció diez días después en
el Hospital Regional por fractura
y hundimiento de cráneo.
Con los Rojas y Caballero
caídos en desgracia, los otros
vándalos literalmente desaparecieron
y no hubo ánimo
en los tres imputados en hacerles
lugar en el recinto y que
todos los responsables asumieran
las secuelas de la sangre
de Franco.
La defensa, por la libertad y
reproches a los testigos
“Los amigos abandonaron
a Franco”, señaló ayer
el abogado Antenor Ferreyra,
quien asiste a los hermanos
Rojas. Para el letrado,
hasta ese entonces los
vecinos guardaban una
buena imagen de sus representados.
En general, difirió
con la visión de la historia
verbalizada por la Fiscalía,
ya que a criterio suyo “no
quedó del todo claro cuál
fue la causa de muerte”.
Ferreyra subrayó que
se trató “de una pelea de
dos bandos: los del Colonia
Osvaldo contra los del Colonia
San Francisco”.
Después de cuestionar
al grupo de testigos que dejó
mal parado a sus asistidos,
el letrado solicitó la
absolución lisa y llana para
Jorge René Rojas, del mismo
modo que Fanni. Subsidiariamente,
bregó que la
mujer sea condenada por
homicidio preterintencional,
por golpear a Franco sin
ánimo de matarlo.
Defensa de Caballero
A su turno, Gabriel Toloza,
abogado de Caballero,
reprochó la conducta de los
testigos y resaltó que a criterio
suyo, aún los considerados
clave por la Fiscalía,
“eran testigos interesados,
interesados en no quedar
imputados por el crimen”.
(sic).
Toloza reconstruyó el
supuesto enfrentamiento y
subrayó que todos vieron a
Caballero peleando mano a
mano con un tal Palavecino,
más no pateándolo en el piso
a Franco Tévez.
En esencia, más no en la
forma, y sintonía con Ferreyra,
pidió “la absolución
de Caballero por ausencia
de elementos probatorios”,
o bien (plan B) “por el beneficio
de la duda”.