Imputan al médico Chávez Espinoza por homicidio simple de su hermano y buscan ADN, pese al fuego

La Fiscalía imputó al médico cardiólogo José Antonio Chávez Espinoza, el homicidio simple de su hermano, Daniel Enrique, a quien habría asesinado entre el 5 y 6 de julio y descartado en el paraje La Victoria, departamento Banda.

El cargo es reprimido con penas mínimas de 8 y máximas de 25 años de cárcel, es decir si hoy fuese juzgado y condenado, el acusado lograría esquivarle a la prisión perpetua.

La notificación partió ayer a las 11 de la mañana del fiscal Hugo Herrera en los tribunales bandeños. Antes, el médico había sido conducido desde el Centro único de Detenidos y recién se entrevistó con su abogado, Gustavo Jorge, minutos antes de la indagatoria.

Tras interiorizarse de la acusación, Chávez Espinoza anunció que no declararía. Por consejo de su letrado, el imputado evitó cualquier respuesta, al menos hasta tener una dimensión real sobre los informes de las pruebas científicas.

Desandar la historia

Hasta el martes 18, la historia del médico oscilaba entre su trabajo en un sanatorio capitalino y la gimnasia. El día anterior, su madre acudió a una comisaría e informó que desde el 5 de julio su hijo, Daniel Enrique, se encontraba ausente y a partir de allí se avanzó con la investigación con todo el potencial de la Fiscalía.

Ahora, la Justicia le atribuye el asesinato de su hermano al cardiólogo. Se sospecha que se valió de drogas (para dormirlo y dejarlo indefenso), que le disparó en la frente y que incendió el cuerpo con combustible para intentar borrar pruebas.

El doctor José Antonio Chávez será sometido a la realización de pericias psicológicas y psiquiátricas.

Mientras tanto el doctor Herrera trabaja con análisis de ADN del médico preso; busca su identidad genética en los elementos secuestrados junto al cuerpo de Daniel Enrique.

Aunque el efecto destructor de las llamas hizo su "trabajo", la Policía Científica y los forenses confían en que podrán salvar pruebas, esas en las que Herrera y su equipo proyectan sumar a las ya obtenidas para la acusación de homicidio simple.

Una autopsia psicológica

El entorno del fiscal deslizó que no descarta pedir una autopsia psicológica del joven asesinado, en procura de reconstruir sus últimos días y verificar el vínculo que lo unía con su hermano médico.

De familia paterna oriunda del Perú, los hermanos quedaron huérfanos de padre a causa del Covid-19, y desde entonces había bienes materiales por dividir, aunque no existe un testamento. 

Ante esa probabilidad, como un posible móvil del crimen, los voceros adelantaron que la Fiscalía no descarta requerir informes a los juzgados capitalinos, en pos de indagar sobre la existencia, o no, de un proceso sucesorio, sintetizaron al cierre las fuentes cercanas al supuesto fratricidio.

En los próximos días arribarían familiares de Perú

El entorno de la familia Chávez Espinoza deslizó que en los días venideros arribarían tíos provenientes del Perú, ya que urge asistir y apuntalar a la madre de los dos hermanos.

Con un hijo asesinado y el otro sospechado de ser su mortal verdugo, la mujer recibe hoy contención de un reducido grupo de vecinos, a la espera de familiares que residen en Perú.

Quienes la acompañan manifestaron que no lee el diario, ni escucha radio, ni mira televisión. Transcurría ya su desasosiego desde el 8 de julio en que vio por última vez a Daniel Enrique. El hallazgo de su cuerpo casi totalmente quemado la shoqueó. Ahora, su entorno la cuida y hasta se cerciora de que no consuma noticias porque teme que sus fortalezas sean doblegadas por la crudeza del cruel homicidio en investigación.

Gustavo Jorge silenció dudas y el encierro de su cliente

"No hay ninguna realidad más contundente que las pruebas de un proceso. Mi representado no hablará nada, hasta tanto conozcamos las acusaciones. Lo único objetivo es un cuerpo sin vida de su hermano y mi cliente, hoy detenido, pero nada más".

Tajante, el abogado Gustavo Jorge, impuso una veda verbal infranqueable en torno al cardiólogo acusado de asesinato. "Lo que se diga es solo eso, palabras. Nosotros nos regiremos por la investigación: y ésta se basará en pruebas científicas, pericias, fotografías, autopsia, y todo aquello que disponga el fiscal Herrera", ahondó.

"Dentro de los próximos días vamos a solicitar medidas y ofrecer testigos, ya que en las semanas de ausencia de la víctima, mi representado transcurrió su vida social como cualquier persona normal", graficó. Ni bien se apagaron los micrófonos, Jorge solicitó copias de la imputación y ya estudiaba las pruebas con las que cuenta hoy el fiscal.

Mientras, los investigadores adelantaron que ni bien fue detenido, el médico habría manifestado que él segó la vida de su hermano, pero penalmente cualquier testimonio o confesión debe ser develada ante una autoridad judicial y en presencia de un abogado defensor. Allí centraba su retina Jorge. En lo medular del proceso y la raigambre legal que exige su aspecto formal.