"Jesús, mandá sacerdotes", el mensaje que dejó en su última visita a Santiago del Estero "Jesús, mandá sacerdotes", el mensaje que dejó en su última visita a Santiago del Estero
“La situación en la Argentina no es fácil, es difícil… todos tenemos que poner el hombro, en este momento, nadie puede autoexcluirse, todos tenemos que empujar el mismo carro, crear lazos de hermandad y refundar los vínculos sociales. Es el momento para juntarnos, no para dividirnos, no para internas, no para pelearnos, no para separarnos. Es un llamado a trabajar juntos, todos, y apelar también a las reservas morales, culturales y religiosas”, instó entonces el cardenal primado de Argentina.
Al día siguiente, Bergoglio presidió la misa central de la celebración de Nuestro Señor de los Milagros de Mailín, oportunidad en la que exhortó a los cristianos a “no tener miedo de hablar y a ser testigos, a pesar de todas las fuerzas que pretenden callar al cristianismo y a la Iglesia en este mundo”.
La segunda visita de monseñor Bergoglio a la provincia fue en octubre de 2008, cuando se reunió con todos los sacerdotes de la diócesis para reflexionar y orar por la realidad pastoral y social del país.
Bergoglio ofició una misa en la Catedral Basílica, allí oró especialmente para que el “Señor mande más sacerdotes a su pueblo”.
“Salgamos a decir: Jesús, mandá sacerdotes”, instó a los fieles que colmaban ese día la Catedral Basílica. Así, el entonces cardenal primado manifestó su preocupación por la disminución de las vocaciones sacerdotales en la provincia.
Durante la celebración, Bergoglio pidió a los fieles: “No endurezcan sus corazones, escuchen la voz del Señor, qué es lo que quiere decirnos a través de las lecturas que la Iglesia nos pone para nuestra consideración”.
“Nuestro pueblo cristiano está pidiendo a gritos que le enseñemos el Evangelio, que catequicemos a nuestros hijos, que los santifiquemos con su sacramento, que acompañemos a sus ancianos”, agregó.
Imploró a Dios: “Nuestro pueblo necesita sacerdotes que prediquen la Palabra. Nuestro pueblo necesita apretujarse al lado de verdaderos discípulos de Jesús”.
No obstante, advirtió que “meterse a cura no es hacer una carrera, quien piensa así se equivoca, el que se mete a cura es porque sintió a Cristo que lo llamaba, porque su pueblo necesita sacerdotes. Sabemos que en muchos jóvenes subsiste el deseo de servir a Dios, por eso hay que pedirle a nuestra Madre que interceda por las vocaciones”.
