Educar desde el corazón: los niños internados en el Cepsi no pierden las ganas de aprender

En medio de la lucha diaria obligada, iniciada para combatir las más variadas dolencias que ponen en riesgo su salud, los pequeños héroes internados en el Cepsi jamás pierden las ganas de superarse, de tejer sus sueños a futuro, sin importar hacerlo desde lo traumático que puede llegar a ser una sala de internación.

“Los chicos son los que, a pesar de sus situación de enfermedad, ponen todas las ganas para aprender”, reflexiona Gladys Lemos, la directora de la Escuela Hospitalaria Domiciliaria “Dr. Francisco Viano”, del Centro Provincial de Salud Infantil “Eva Perón”, mientras inicia el relato de los días de trabajo, con esfuerzo doble en el marco de la pandemia.

Y eso se nota en el día a día. Mientras distintas patologías hacen estragos en su cuerpo, mientras un accidente los obliga a cambiar la rutina por días de internación y posterior rehabilitación, mientras algunas batallas se hacen cuesta arriba, a ellos, a los niños, los invade el entusiasmo cada vez que a su sala llegan las maestras, o en el caso de los pacientes con Covid-19, reciben sus bolsas debidamente sanitizadas con útiles escolares para concretar la tarea del día.

La pandemia modificó todo. Todo, menos las ganas de aprender y de enseñar. Obligó al personal de la Escuela Hospitalaria Domiciliaria a crear estrategias de trabajo para que los niños no perdieran sus días de clases, aun cuando el coronavirus hacía estragos en la sociedad. Los esfuerzos de multiplicaron, el trabajo se intensificó, pero todo se acomodó porque se interpuso el amor, la dedicación, la vocación, y por sobre todas las cosas, el deseo de ver los ojitos colmados de esperanza de los niños en su sala de internación. Un trabajo en equipo digno de destacar en este tiempo.

“Tenemos todos los cuidados que se deben tener para no complicar nada en la situación de cada niños. Seguimos al pie cada medida de bioseguridad, tanto en las salas de los niños como en sus hogares, cuando los docentes deben trasladarse hasta ahí para enseñarles a los niños pacientes ambulatorios. Así vamos trabajando con cada niño. Como parte de las medidas sanitarias, los útiles entregados en cada clase no vuelven al hospital, sino que se les revisa la tarea en la próxima clase”, explica la directora del Escuela, quien además cuenta que los niños reciben entre 3 y 4 clases semanales.

Escuela Hospitalaria Domiciliaria “Dr. Francisco Viano”, del Centro Provincial de Salud Infantil “Eva Perón”, está conformada hoy por 25 docentes: profesores de los niveles Inicial, Primario y de Educación Especial, además de la gabinetista, el personal administrativo y los ordenanzas.

“Todos entregamos todo en esta escuela. Estamos con mucha incertidumbre, miedo, con muchos cuidados, pero con todas las ganas de enseñar y ayudar a estos niños que no eligieron esta realidad”. l