Las mascotas y las altas temperaturas: cómo prevenir los golpes de calor en perros y gatos

El calor intenso, muchas veces suele ser dañino, no sólo para las personas, sino también para las mascotas. Llega esta época del año, y los veterinarios multiplican su asistencia a perros y gatos que sufren las consecuencias de la exposición a las altas temperaturas, ya que esta condición climática puede impactar en su salud con la reducción del apetito de la mascota, así como también las ganas de moverse, hasta llegar al temido golpe de calor.

Vale destacar que tanto perros como gatos son mucho más sensibles al calor que los humanos. éstos no pueden regular su temperatura corporal mediante el sudor, debido a que no tienen glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo.

"Los perros eliminan el calor a través del jadeo y del sudor que expulsan por las almohadillas de los pies y por las zonas aisladas con poco pelo, como puede ser el vientre. Los gatos intentan mantener una temperatura estable lamiéndose y manteniendo el pelo liso, de este modo, la saliva depositada en el pelo, al evaporarse, disminuye su calor corporal", explicó la médica veterinaria, Dra. Alicia Sequeira.

Organismo

Las altas temperaturas combinadas con la humedad suelen ser la primera causa de los golpes de calor en el perro o en el gato, ya que esta condición genera permiten que se acaben con sus reservas de azúcar y sales minerales, provocando un colapso interno que puede acabar con nuestra mascota en apenas 15 minutos.

Hay que aclarar que no sólo el contacto directo con el sol ocasiona estas afecciones en la mascota. También pueden ser una amenaza para ellos los espacios reducidos y/o mal ventilados como el auto, una habitación, un balcón, entre otros.

"Los perros y gatos más propensos al golpe de calor son los cachorros y los ya mayores. Los que también tienen un factor de riesgo elevado son los animales de capa negra, ya que absorben más el calor que los de capa clara", puntualizó.

Los perros que hacen ejercicio en tiempo caluroso y los perros y gatos que tienen el hocico chato, también son más propensos a estos colapsos.

Y siempre será una buena elección, llevarlo a un profesional, en caso de haber manifestado síntomas.

"Si la situación es tan grave que no podemos trasladar al animal hasta la clínica, nuestro objetivo será el de bajar la temperatura corporal del animal", recomendó la Sequeira.

Cómo darse cuenta de que el calor les hizo mal

Hay señales claras que indican que nuestro perro o gato padece un golpe de calor. Si se le presta atención, se lo puede ver perezoso; su respiración es rápida o costosa y las mucosas de las encías y de la conjuntiva están azuladas; tiene temblores musculares; vómitos; le aumenta el ritmo cardíaco y se tambalea.

"A raíz de estos síntomas, si el animal no es tratado a tiempo, puede que esta dolencia se agrave y le aparezcan pequeñas manchas de sangre en la piel; padezca una hemorragia gastrointestinal; sufra una insuficiencia hepática o renal; se vea afectado por un edema cerebral o fallen los órganos", indicó la profesional.

El golpe de calor se tiene que tratar de inmediato para evitar consecuencias.

Hay formas de evitar que los perros y gatos sufran las consecuencias, con sólo dedicarles tiempo diario

Para evitar el golpe de calor, la doctora Sequeira indicó deben tener agua fresca siempre disponible, y así cambiar varias veces al día para asegurarse de que esté lista para ser ingerida por la mascota.

Además es importante que la mascota tenga un lugar para resguardarse natural o artificialmente.

Refrescarlos con un baño los días de mucho calor para bajar la temperatura corporal de las mascotas es otra idea a poner en práctica.

Los paseos deben ser en horarios prudentes. La Dra. Sequeira aconseja bien temprano por la mañana o por la noche, y llevar siempre agua fresca.

Es muy importante en esta época, cepillar y cortar el pelo.

"Pero, los animales de pelaje blanco o claro no deben ser pelados, ya que se expondría la piel al sol directo", indicó.

Asimismo consideró que una buena alimentación siempre es importante para mantener un metabolismo saludable. Evitar comidas calientes en caso de que no coman balanceado.

Nunca se debe dejar a la mascota, ni a ningún ser vivo, dentro del vehículo con los vidrios cerrados y sin ventilación, fue la última recomendación.

Y en el caso de que algunas de estas pautas hayan fallado, y la mascota haya enfermado, hay que actuar de inmediato.

Para ello hay que bajar la temperatura corporal del animal llevándolo a un sitio fresco y aplicar frío en las zonas más importantes, como son la cabeza, el cuello, las ingles y las axilas. De este modo, se refrescará la sangre que va hacia el cerebro, evitando un posible daño cerebral, y bajará la velocidad de la respiración.

Hay que poner al animal bajo un chorro de agua (no muy fría) y humedecerle la boca sin obligarle a beber, puesto que puede que sea incapaz de tragar o que mucha agua lo ahogue. Cuando la respiración se haya normalizado, se lo podrá sacar de abajo del agua pero manteniendo siempre el control de su temperatura.