Neurólogos especializados detectaron en Santiago más casos de ELA en sus inicios

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que compromete las neuronas motoras del cerebro y médula espinal y que no tiene cura. Sin embargo, los especialistas aseguran que la detección temprana ayuda a mejorar la vida del paciente.

En Santiago del Estero, la mayor cantidad de médicos neurólogos entrenados en la detección precoz permitió que se diagnosticaran más casos en los últimos meses, y de ese modo iniciar los tratamientos en los pacientes.

Esta enfermedad se instaló en la opinión pública recientemente, por el caso del senador nacional Esteban Bullrich, quien debió renunciar a su banca debido a los impedimentos que le ocasiona ya la enfermedad.

El médico neurólogo santiagueño, Dr. Miguel Jacobo, al indicar que actualmente se pueden hacer en nuestra provincia diagnósticos precoces de la enfermedad debido a que hay más especialistas en detección precoz, arriesgó que en Santiago "se espera una prevalencia de tres casos por cien mil habitantes".

"La Esclerosis Lateral Amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa que compromete las neuronas motoras del cerebro y médula espinal, y la padecen alrededor de 3.000 argentinos. En la gran mayoría de casos no se conoce la causa (ELA esporádica), y puede afectar a cualquier edad. Solo un 10 por ciento aproximadamente se presenta con compromiso hereditario (ELA familiar)", explicó Jacobo en diálogo con EL LIBERAL.

Puntualizó que "los síntomas más comunes que afectan el área motora son debilidad progresiva de las extremidades, afección para la articulación de la palabra, para tragar, y en casos extremos para respirar. También pueden existir calambres y movimientos anormales en determinados músculos que se conocen como fasciculaciones".

"El diagnóstico es esencialmente clínico y puede plantear dudas en la primera manifestación de un síntoma, pero el progresivo compromiso motor y la presencia de ciertos signos en el examen neurológico, contribuyen a la certeza diagnóstica. El promedio de sobrevida en la gran mayoría de los pacientes es de 3 a 5 años, aunque un 10 por ciento de las personas afectadas puede sobrepasar este tiempo", precisó el profesional.

No existe un tratamiento curativo para la patología

El doctor Miguel Jacobo aseguró que no existe un tratamiento curativo de la enfermedad.

"Se han aprobado dos drogas (Riluzol y hace pocos años Edaravone), que tienen por objeto mejorar la calidad de vida de los pacientes, si son administrados en las etapas iniciales. Las intervenciones terapéuticas están dirigidas a aliviar los síntomas y modificar hábitos o instrumentos de vida diaria del paciente para impactar en su mejor relación con el medio, preservando el mayor tiempo posible, funciones vitales", puntualizó.

Según estadísticas, hay personas en las que la ELA ha dejado de avanzar y una cantidad pequeña de personas en las cuales los síntomas de la ELA se han revertido.