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EL LIBERAL . Viceversa

Un jardín y una escuela primaria mutualista llevan su nombre

06/08/2016 19:35 Viceversa
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Un jardín y una escuela primaria mutualista llevan su nombre Un jardín y una escuela primaria mutualista llevan su nombre

Pero allí no termina todo. En el ámbito educativo, al famoso cuento

se lo estudia en todos los niveles de la enseñanza, tanto Primario, como

Secundario, Terciario y en la Universidad Nacional. Fue tal la difusión,

que una guardería infantil, por intermedio de la mutual Ameunse,

solicitó al autor la autorización para ponerle el nombre de “Shishilo” a

ese establecimiento.

Hoy, con el correr de los años, se ha convertido primero en jardín

de infantes y luego en escuela primaria. El 1 de diciembre de 2014 se

produjo la celebración de los primeros egresados y fueron invitados el

autor y el personaje. Luego de la entrega de los diplomas, un grupo de

alumnos puso en escena en el Paraninfo de la Unse la teatralización del

cuento. Luego fueron invitados a pronunciar unas palabras, tanto al

autor como al protagonista. El autor, subió al Facebook sus emociones

de la siguiente manera:

“Hay un refrán que dice: felicidad compartida es doble felicidad,

dolor compartido es medio dolor. Hoy quiero compartir una de las felicidades

más grandes que me va deparando la vida. Me invitaron del

Colegio “Shishilo” que lleva el nombre en homenaje al personaje de mi

cuento, a celebrar el acto de entrega de diplomas a los primeros egresados

del colegio. Pero…también lo invitaron a Juan Domingo Gómez,

el auténtico “Shishilo” al que hace muchísimo tiempo, le di un puñado

de azúcar para que su madre no le vaya a quebrajiar los güesos. Todo

se desarrolló normalmente, hasta que un grupo de alumnos representó

el cuento en el escenario del paraninfo de la Unse. Ver representado

lo que habíamos vivido ¡hace más de 60 años superaba cualquier cálculo

emotivo! Y luego me invitaron a hablar. ¡Qué iba a hablar! ¡Qué iba

a decir! Se me anudó la garganta y apenas pude balbucear unas tonteras.

¡Encontrarme con mi cuento! ¡Encontrarme con el protagonista!

Ahh… pero no fui yo solo. Yo por lo menos pude decir algo. Cuando

le dieron el micrófono a él, no pudo hablar…! ¡La emoción le quitó todas

las palabras!. Devolvió el micrófono y sólo pudo llevarse la mano al corazón

y luego ofrecerlo al público que estallaba en aplausos! ¡Qué lindo

cuando la vida te da la mano!” l

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