Inspectores

¡Buenas días! Algunas anécdotas para la sonrisa. Un cura norteamericano relata esa experiencia personal con inspectores de tránsito. Viajaba tranquilamente en automóvil, cuando comete infracción doblando a contramano. Dos policías lo ven y lo obligan a detenerse. El de mayor jerarquía está a punto de multarlo, pero lo piensa mejor y le dice risueñamente: "Padre, sólo diga algo bueno sobre nosotros allá arriba", mientras apunta al cielo. Aliviado, el sacerdote pone en marcha el automóvil, pero el policía vuelve a llamarlo a través de la sirena. Se le acerca y confidencialmente le comenta: "Padre, hacía mucho quería decirle esto a un sacerdote: "Vete en paz, hijo mío, y no peques más..."

A no pocos sacerdotes pudo habernos pasado esto, porque, no obstante la prudencia, cada tanto se nos cuela alguna transgresión en ruta o en calles de ciudad. También a mí me sucedió algunas veces, y siempre mantuve el principio de reconocer la falta y despedir las disculpas del caso. Hasta ahora, me disculparon... tratándose de faltas chicas.

Conozco una anécdota curiosa. Un hombre de buenos sentimientos quería entrar a la iglesia para rezar un padrenuestro. Como no encontraba ubicación junto a la vereda, optó por estacionar en doble fila. Calculando que algún inspector podría aparecer en cualquier momento, puso en el parabrisas un papel con esta frase: "Perdónanos nuestras deudas...". Llegó, efectivamente, el inspector, y como era él también un hombre religioso, pensó que debía responderle con otra parte del padrenuestro. Así pues, hizo la boleta correspondiente, la depositó en el parabrisas y tuvo la gentileza de agregar en el papel anterior: ‘Sr. conductor, Dios perdona nuestras deudas, pero yo sólo puedo limitarme a pedir a Dios: ‘No me dejes caer en la tentación...". ¿Quiere sonreír con una tercera historia? Un plomero estaciona mal su automóvil. Pensando que la triquiñuela podría resultar, deja escrito un papel: "Plomero trabajando dentro". Al regresar el hombre se encuentra con la multa y otra nota que dice simplemente: "Policía de tránsito trabajando fuera".

Claro que nadie sonríe cuando aparece la multa. Por eso es mejor respetar las leyes. Que para eso están. ¿Lo charlamos en familia? ¡Hasta mañana! l