El argentino detrás de las búsquedas de trabajo online que quiere ser el nuevo unicornio El argentino detrás de las búsquedas de trabajo online que quiere ser el nuevo unicornio
Sentado, en la Ballena
del Centro Cultural Kirchner,
en el marco del Foro
de Inversiones y Negocios,
Nicolás Tejerina escuchaba
a los cuatro unicornios
argentinos –Marcos
Galperín (MercadoLibre),
Martín Migoya (Globant),
Roberto Souvirón
(Despegar) y Alec Oxenford
(OLX)– contar sus
historias, con la ambición
de estar ahí relatando
la suya.
Por el momento,
cabalgó cerca de
la mitad de la travesía hacia
los US$ 1000 millones
de valor bursátil, disco
que debe cruzar toda
aquella compañía que aspira
a ingresar en esa categoría.
Pero Tejerina –42
años, hijo de diplomático,
licenciado en Estudios
Internacionales (UTDT)–
puede jactarse de
haber construido Navent,
un buque digital de avisos
clasificados presente en
nueve países.
Una marca
paraguas que, a lo mejor,
tape algunos de sus
nombres más populares:
ZonaProp (portal de inmuebles),
Bumeran y ZonaJobs
(ambos, de empleos).
Entre sus sitios –
referentes de sus categorías–,
recibe 18 millones
de visitas mensuales, según
datos de la compañía.
Tejerina es paciente.
Sobre la base de esa característica,
erigió su nave.
Aterrizó en 2002 en Bumeran,
incipiente compañía
de clasificados de empleo
online fundada tres
años antes por Diego Pando
y Santiago Pinto Escalie.
Doce meses después,
Tejerina pasó a ser uno de
los dueños, luego de que
Terra Lycos, que había
comprado la empresa en
2000, decidiera sacársela
de encima por la suma
simbólica de 1 euro.
Calmo en ocasiones, es
el mismo que, en 2007, se
apuró para dar una respuesta
a Tiger, fondo internacional
de venture capital,
que escribió un mail
a la casilla de Marketing
de Bumeran con el pedido
explícito: “Estamos interesados
en comprarlos”.
El deal se resolvió en un
desayuno: US$ 15 millones
a cambio del 90 por
ciento del capital social.
Y el pedido de los estadounidenses
fue claro: “Nosotros
fondeamos. Ustedes
busquen inversiones”.
Tejerina obedeció: fundó
la holding, Navent, que se
amplió al sector de Propiedades,
e inició un raid
de adquisiciones y lanzamientos
en países como
Brasil, Perú, México,
Ecuador, Venezuela, Panamá
y Chile. Hoy, opera
nueve mercados.
La empresa no difunde
sus datos financieros.
Pero, según conocedores
de sus números, su facturación
de 2016 superó los
US$ 75 millones. A nivel
local, sus sitios se consolidan
como referentes de
sus segmentos específicos.
Por caso, en la Argentina,
ZonaProp tiene un
share de 70 por ciento, seguran
las mismas fuentes.
Un tamaño que, de por sí,
anticipa una pelea atractiva
por los “click & bricks”,
tras la reciente incursión
de MercadoLibre en ese
terreno.
“MercadoLibre es una
gran compañía e invierte
en muchas iniciativas.
Navent, ciertamente, lo
respeta mucho.
Pero su
acercamiento al mercado
de propiedades es diferente”,
dice Scott Ransenberg,
Principal de Riverwood
Capital, fondo
que entró a Navent en
2012, en el marco de una
serie B de capitalización,
de US$ 30 millones.
El
ejecutivo confía en la penetración
de ZonaProp en
el ecosistema de real estate
argentino, así como
en la visión de largo plazo
que, dice, tiene Navent
con este negocio.
MercadoLibre pelea
cuatro batallas: monetización,
tráfico, volumen
de propiedades y cantidad
de inmobiliarias. “La monetización
no es el principal
foco del momento,
sino ser el jugador que
más clientes tiene y el de
mayor oferta”, avisa Fernando
Rubio, head of Sales
& Operations LatAm
Classfied de la compañía
que fundó Galperín, cuyo
valor bursátil, a fines de
diciembre, rozaba los US$
7000 millones.
El paquete inmobiliario
más caro de Mercado-
Libre, hoy, cuesta $ 700
(sin “destaques”, ni IVA).
El clasificado premium de
ZonaProp, llamado “Home”,
tiene un precio de
$ 1093 (más IVA) y dura
30 días online. Propiedades,
hoy, está en el top-
10 de prioridades de Galperín
pero, todavía, en lo
más bajo de la lista.
Por
eso, la rentabilidad de este
vertical, por ahora, no
es importante para él,
deslizan conocedores de
sus razonamientos. “Tejerina,
en cambio, sí necesita
la rentabilidad”, explica
un ejecutivo que entraba
seguido a su oficina.
No generar liquidez significa
el riesgo de continuar
licuando su participación
ante la necesidad de más
inversores, agrega gente
cercana a su pensamiento.
Según exejecutivos de
Navent, Tejerina y Alejandro
Navarro, cofundador
y VP del área Jobs,
reúnen el 6 por ciento del
capital. Consultado, Tejerina
no devela las participaciones
y responde que
Tiger tiene la mayoría accionaria
de un paquete en
el que, además de él y Navarro,
también participan
Riverwood y el diario La
Nación.
En el último año, MercadoLibre
duplicó su número
de propiedades, a
208.500, todavía, menos
que las 390.000 que
mantienen a ZonaProp
como líder del segmento
(el tercero, ArgenProp,
de Clarín, tiene 185.000).
A octubre, el portal de
Navent tenía 1,16 millón
de usuarios únicos, contra
950.000 de MercadoLibre
Real Estate, según
comScore. Pero, alega
Rubio, esa estadística
no refleja los accesos mobile.
De sumarlos, agrega
el ejecutivo, MercadoLibre
ya lidera el tráfico de
la categoría.
Otro cimiento de este
negocio son las inmobiliarias.
ZonaProp tiene
una cartera que supera
las 3900. “Estamos en un
proceso de integración,
de diferenciación, con Big
Data, para ayudarlas”, define
Tejerina. Su modelo
de negocios, aclara, no incluye
el cobro de fees por
cada transacción. “Le dejamos
eso a las inmobiliarias.
No nos meteremos”,
asegura. Sólo el 10
por ciento de las transacciones
que genera el portal
se producen por dueños
directos.
Según las cámaras del
sector, existen 30.000 inmobiliarias.
Pero, según
players del negocio digital,
el mercado potencial
para las empresas de
Internet es de la mitad.
Fuerte en el segmento
de vendedores particulares,
MercadoLibre busca
seducir a las grandes inmobiliarias.
Y ZonaProp,
que busca a las más chicas
–ya tiene a las otras–,
en noviembre, permitió
que puedan difundir sus
alquileres de forma casi
gratuita. “Están empezando
a publicar.
Falta comunicación,
traccionar. Todo
tiene una inercia natural
que hay que vencer. Hoy,
casi no pasan por el online”,
dice Navarro
Valor local
Navent logró expandirse
fuera de la Argentina.
En la mayoría de sus
desembarcos, compró
partes minoritarias para,
luego, alzarse con el fullowernship
(sólo en un
tercio de las adquisiciones
se hizo con la totalidad
desde un principio).
“Optamos por respetar las
marcas porque valoramos
ser localmente relevantes.
Vemos que los grandes lo
hacen.
Pese a que significa
una dificultad adicional
de ejecución porque armar
20 piezas de marketing
para la misma marca
es más fácil que hacer
20 distintas”, explica
Tejerina.>