Celíacos se quejan por la falta de lugares para comer afuera Celíacos se quejan por la falta de lugares para comer afuera
A pesar de la ley aprobada hace dos años que obliga a los restaurantes a ofrecer menúes libres de gluten, los celíacos, el 1% de la población argentina, tienen muchas dificultades para comer afuera y se quejan de que las que existen se concentran en pocos barrios y son caras, lo que se pretende remediar con una guía para elaborar "de forma segura" alternativas sin TACC elaborada por la Aamat y la Asociación Celíaca.
"No vamos a comer afuera si no es un lugar avalado por la Asociación Celíaca porque nunca tenés la seguridad de la higiene que mantienen y puede haber contaminación cruzada con otros productos", comentó Graciela Forni, mamá de una joven de 20 años de la localidad bonaerense de Tapiales, a quien diagnosticaron su intolerancia al trigo, avena, cebada y centeno, los cuatro cereales que conforman la sigla TACC.
Dificultades
Forni, que participa de la Asociación "Celíacos de Tapiales-Villa Madero", admite que en "provincia (de Buenos Aires) no hay opciones confiables para comer" y que los lugares exclusivos para celíacos (con dos cocinas separadas en su mayoría) representan una dificultad geográfica y económica debido a que están en los barrios porteños de Palermo, Caballito o Recoleta y "los menúes cuestan el doble que cualquier plato".
En nuestro país, al menos una de cada cien personas puede serlo, según estimaciones de la Asociación Celíaca Argentina.
A pesar de algunos avances -incluida una ley que obliga a los restaurantes a ofrecer menús libres de gluten-, para quienes padecen la enfermedad celíaca conseguir un lugar donde comer en forma segura es una odisea, una realidad que es común en gran parte del país. l