Escándalo en la zona roja de Solís y Belgrano Escándalo en la zona roja de Solís y Belgrano
Aseguran que se sienten indefensos y temerosos, por lo que prefieren no revelar su identidad, ante la posibilidad de sufrir represalias.
“Ya no sabemos a quién recurrir. Los móviles de la policía pasan, pero ellos se esconden y cuando se van vuelven como si nada. Ahora que viene el verano, tendremos que estar encerrados porque no se puede estar en la vereda con el espectáculo que dan”, indicó una de las vecinas que con marcada preocupación se comunicó con EL LIBERAL.
Consultado sobre el tema, el juez de Faltas municipal, doctor Marcelo Agüero, sostuvo que no recibió denuncia formal de los vecinos, aunque adelantó que se interiorizaría de la situación.
“Nosotros ya hicimos denuncias, cuando EL LIBERAL sacó varias notas hubo un tiempo en que, si bien no desaparecieron, se tranquilizaron un poco, pero después de unas semanas, volvieron a hacer de las suyas. Por eso no sabemos a quién recurrir”, indicó otro vecino de avenida Solís.
“Zona roja”
Según comentaron los vecinos, la zona comprendida entre las avenidas Belgrano, Solís, Colón y Hernandarias, fue ganada por travestis que ofrecen sexo en la vía pública, se exhiben semidesnudas y utilizan terrenos baldíos o casas deshabitadas.
Si bien es común verlas todos los días, la actividad de las travestis se intensifica durante los fines de semana, de manera especial en los sitios cercanos a los locales bailables ubicados en la zona de avenidas Aguirre, Solís y Belgrano, hacia el sur oeste de la ciudad, y en algunos pasajes de escasa iluminación en el barrio Tradición.
Si bien esta actividad está contemplada en el Código de Faltas, existe cierto vacío legal que priva a la Policía de detener a quienes la ejercen. “Sucede que somos acusados por discriminación si detenemos a estas personas o si las hacemos cesar en su accionar” indicó una fuente policial.
En los últimos tiempos esta actividad se ha difundido de gran manera por toda la ciudad, y la cantidad de personas que la practica supera holgadamente el centenar, según las estimaciones de las mismas autoridades policiales.
Los guardianes del orden no actúan salvo que se produzcan incidentes de gravedad en la vía pública, pero no para dispersar a los grupos de travestis.
“Seguramente existe una mayor demanda, por eso es que cada vez hay más travestis ofreciendo sus servicios en la calle. Muchas son muy jovencitas”, especulan.
Según relatan los vecinos, los domingos por la mañana, cuando cierran los locales bailables de la zona, suelen producirse serios altercados y peleas entre las mismas travestis, o éstas con jóvenes que salen alcoholizados desde los boliches.l









