La visión de un loretano que hizo de la empanada santiagueña un emporio La visión de un loretano que hizo de la empanada santiagueña un emporio
La historia de Guillermo, o una parte de ella, nació hace 12 años cuando junto a su esposa Mónica Maldonado llegaron a Córdoba desde su Loreto natal transportando un hornito de barro atado al paragolpes de una pequeña camioneta. Durmieron donde pudieron, comieron gracias a la voluntad de algún amigo, y fueron levantando el emporio que hoy ostentan orgullosos.
“Me arrodillé ante una imagen de Jesús y me largué a llorar como una criatura. Le pedí a Dios que me iluminara por última vez porque yo no veía el camino. Entonces, se me ocurrió hacer un trailer con horno de barro arriba”, cuenta de su inicio.
La experiencia del viaje a Córdoba fue de novela. El trailer desvencijado donde llevaban el hornito se averió seriamente y unos lugareños los socorrieron y hasta les dieron de comer cordero asado, un gesto que fue visto como un buen síntoma por Guillermo, y animó a Mónica a seguir adelante.
Demoraron 20 horas en llegar, gracias a varios buenos samaritanos que encontraron en el camino. l








