Trágico sábado: Tres muertos y numerosos heridos en Santiago Trágico sábado: Tres muertos y numerosos heridos en Santiago
La víctima, Jesús Marcelo Pizza, un empleado municipal murió electrocutado dentro de la fuente de la plaza, sembrando una gran conmoción en toda la ciudad.
Todo se desencadenó alrededor de las 15.30. Jesús estaba cumpliendo funciones de placero cuando decidió ir hasta la fuente para desagotarle el agua que le quedaba, de forma tal de que no sea aprovechada por la gente durante el desarrollo de la fiesta de carnaval que será el lunes y martes.
Según lo confirmó el propio secretario de Gobierno, Dr. Aníbal Padula, el trabajador municipal primero conectó el cable prolongador en el tablero de control distante a unos 15 metros de la fuente hacia el sur y enrollado el cable en su brazo, ingresó descalzo con una cantidad de agua que superaba la altura de los tobillos, tal vez ignorando el peligro al que se exponía.
La intención era conectar la otra punta de la línea que venía con corriente, a una bomba extractora para sacar el resto de agua que le quedaba a la fuente.
?Al parecer, se presume que se le pudo haber caído el cable que había enchufado, el cual tocó el agua y entonces sufrió un fuerte impacto eléctrico en su cuerpo lo que le quitó la vida en forma casi instantánea?, sostuvo el funcionario comunal.
Auxilio
Un joven que ocasionalmente estaba en la plaza observó el momento en el que Jesús Marcelo Pizza ingresó a la fuente y relató a algunos funcionarios policiales que trabajaron en el lugar que vio el momento en el que el muchacho, parado, alcanzó a pedir auxilio.
Luego observó "como si fuera una lengua de fuego" salir desde su boca, el joven se asustó y corrió directamente hasta el Departamento de Seguridad Ciudadana N° 7 que se encuentra frente a la plaza, a pedir ayuda, aunque todo sucedió en fracciones de segundos.
Otros vecinos, que estaban en la confitería de Tucumán y Rivadavia, en una de las esquinas de la plaza relataron que sintieron un fuerte estruendo y luego unos gritos desgarradores de una persona que pedía auxilio. Cuando corrieron hasta el lugar, es decir 50 metros, Marcelo ya estaba tendido en la fuente y sin signos vitales, de acuerdo con sus testimonios.
Fue todo desesperación, impotencia, miedo y tristeza, sensaciones que se mezclaban en los rostros de cada una de las personas que fueron llegando hasta el centro mismo de la plaza y vieron a Jesús, tirado boca arriba y agarrando el cable junto a su pecho con una de sus manos. l
