Cómo son los niños cristal Cómo son los niños cristal
Señales para reconocerlos
Si el niño empieza a hablar más tarde que otros chicos, rechaza la comida oscura, llora en los cumpleaños (no soportan la multitud) y habla de familiares que nunca llegó a conocer es probable que sea cristal. También puede pasar que te mire e intuya tu estado anímico. Muchos son capaces de poner su mano en el lugar del cuerpo que a otro le duele y percibir qué está pasando. Es posible que te desconcierte cuando lo escuches dialogar con personajes imaginarios, puede tener pesadillas tremendas por la noche o, como se decía antes, "vivir en la luna de Valencia". En la escuela, quizá le cueste concentrarse, prefiera estar solo y deteste los juegos violentos.
¿Disfunción o talento ?
La mayoría de los padres de chicos cristal llevan un peregrinaje de psicopedagogos, psicólogos y escuelas agotador. Saben que su hijo es diferente, pero puede pasar mucho tiempo hasta que comprendan que diferencia no siempre es sinónimo de problema. Es más, muchos ni siquiera saben cuál es el talento de su hijo. Están concentrados en las dificultades, pero no se detuvieron a observar el potencial.
Estos "nuevos chicos" son muy intuitivos, telepáticos y extremadamente sensibles. Pero suelen tener dificultades para insertarse en las estructuras educativas tradicionales, que están desactualizadas y limitan sus capacidades.
La falta de mirada sumada a un sistema educativo rígido hace que todo su potencial se convierta en trastorno o síntoma. Los más comunes son déficit de atención, hiperactividad motriz, labilidad emocional y conducta de aislamiento.
Acompañarlos con entendimiento
¿Qué necesitan los niños cristal para sentirse bien? Ser acompañados por adultos informados en el tema, que conozcan estas características psicológicas diferentes de lo considerado normal, para poder guiarlos de manera adecuada y dejarse guiar a su vez por esa forma más sensible de sentir la vida que tienen ellos.
Más allá de las categorizaciones, todos los padres podríamos (y deberíamos) hacernos algunas preguntas, por ejemplo: ¿qué expresan mis hijos de la vida que llevamos como familia? ¿Qué necesitan para ser felices? ¿Cuál es su talento? Seguramente, si los escucháramos más y mejor, mucho de nuestro mundo interno comenzaría a cambiar.
Equilibrio intuitivo-racional
Los especialistas en el tema están convencidos de que así como los chicos índigo (unas generaciones anteriores) no pueden evitar poner en evidencia y denunciar un mundo adulto regido por las leyes del hemisferio izquierdo (que analiza, cuenta, mide, planea, piensa en palabras y en números, verbaliza, etc.), los cristal vienen con la misión de pacificar, de unir, de reconectar, y, por lo tanto, tienen un desarrollo mayor del hemisferio derecho (gracias a él, percibimos globalmente, entendemos las metáforas, soñamos, intuimos, pensamos en imágenes, símbolos y sentimientos). Vienen a manifestar el equilibrio entre lo intuitivo y lo racional.
Por eso, los cristal suelen expresarse a través del arte, la música, la actividad física suave. Tienen una mayor frecuencia vibracional que hace que se activen más funciones de su cerebro que en chicos de generaciones anteriores. ¿El aspecto negativo de esto? Algunos suelen desconectarse del mundo real y permanecer en el imaginario.
Mariana Cingunegui, creadora de Alasmandalas, música para pintar y volar, pinta mandalas con los chicos y canta sus "canciones circulares" convencida de que necesitan imperiosamente volver al ser, conectarse con lo que son en verdad.
Experta consultada: María José Torres, licenciada en Psicología (UBA). Terapeuta transpersonal con un abordaje energético.
Fuente | revistaohlala.com








