"Pedro Hijo de Pedro" "Pedro Hijo de Pedro"
Hizo la escuela primaria en el Colegio de los Hermanos del Sagrado Corazón y en la misma ciudad la secundaria. Su capacidad le facilitó las cosas y logró lo que no todos consiguen en su país: realizar una brillante carrera universitaria y graduarse como ingeniero civil en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Estatal en Puerto Príncipe.
Luego de ejercer su profesión en dependencias públicas de su país, realizó un curso de perfeccionamiento en París y se trasladó a áfrica donde sirvió como profesor de Matemática, Física, Topografía y Cómputos en la Escuela Normal de Profesores, en el Liceo Técnico y en la Escuela Superior de Obras Públicas de Bahamaco, República de Maili.
Allí sucedería algo que marcó de manera gravitante su vida: tanto él como otro ingeniero haitiano con el que había viajado contrajeron hepatitis B. Su compañero falleció y Pierre logró recuperarse, sin embargo los médicos le formularían un premonitorio anuncio, con los años la enfermedad podría degenerar en cáncer.
Cumplida su labor en Sudáfrica, en 1965 llegó a la Argentina y realizó estudios de posgrado en Hidráulica Sanitaria en la Facultad de Ingeniería de la UBA (Universidad de Buenos Aires).
En 1966 llegó a Santiago del Estero y fue designado jefe del Departamento de Estudios y Proyectos del Servicio Provincial de Agua Potable en la Corporación del Río Dulce.
Poco después ingresó al Seminario y en enero de 1974 fue ordenado en la Catedral Basílica de Santiago del Estero.
Amigo de María
Toda la vida del padre Pedro Fils Pierre estuvo marcada por una cantidad de coincidencias que lo mantuvieron ligado de manera especial con la Virgen María.
Nació el 11 de febrero, día de la Virgen de Lourdes. Cuando viajó el año 1995 a Córdoba en el tramo final de su vida, emprendió un camino sin retorno el 7 de octubre, festividad de la Virgen del Rosario, aunque por razones personales tuvo que postergar la partida hasta el día siguiente.
Una vez en Córdoba, se internó en un sanatorio el 11 de octubre, día en que se celebraba años atrás la maternidad de la Virgen María y víspera de la fiesta de Nuestra Señora del Pilar. De ahí partió el 27 de octubre a Buenos Aires para internarse en el Hospital Italiano, día mensual de la Medalla Milagrosa y de la Virgen del Perpetuo Socorro, hasta que después de una sufrida agonía murió el 7 de noviembre, jornada en la que se venera a la Medianera de todas las gracias.
Minutos antes de su muerte, algunos de los que lo acompañaban bajaron a rezar en la capilla del hospital que como una coincidencia más llevaba el nombre de Nuestra Señora de Lourdes.
“¡Ojo!, que cuando el Padre cierra la puerta, la Virgen nos hará pasar por la ventana. Busquen a la Mamá para que ella suavice la cosas ante el Padre”, solía decirles Pierre a los fieles de su parroquia que acudían a ella en busca de alguna gracia.







