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"La Argentina fue uno de los primeros experimentos federales en la historia del habla hispana"

10/04/2016 00:00 Viceversa
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"La Argentina fue uno de los primeros experimentos federales en la historia del habla hispana" "La Argentina fue uno de los primeros experimentos federales en la historia del habla hispana"

Una fuerte carga emotiva representa para el pueblo argentino recordar los hechos históricos que marcaron nuestro destino. La magnitud que implica pensar el 200° aniversario del Bicentenario de la Independencia de 1816, se verá reflejado esta oportunidad en la charla que brindará el reconocido historiador argentino Eduardo Lazzari, el próximo jueves 14 desde las 21, en el Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero. En el marco de esta celebración, la Fundación Conciencia y Acción Ciudadana (Cyac) organizó la charla "Argentina de frente al Bicentenario", con el propósito de involucrar a los santiagueños en "la discusión de una nueva Argentina, ante la encrucijada de enfrentar el futuro, y para ello es indispensable abordar nuestra historia como ejemplo y experiencia, como análisis y reflexión, como presencia y ausencia", señaló el autor. "Hay que entender que el proceso que llevó a julio de 1816 fue realmente una construcción solidaria entre las provincias, en un momento en que todo venía en contra, la Batalla de Sipe Sipe (enfrentamiento entre el Ejército Real del Perú y las milicias de la Intendencia de Cochabamba y fuerzas del Ejército del Norte), con un ejército español entonado, el imperio de Portugal que invadía la Banda Oriental y en todo el contexto de América del Sur, la guerra iba en contra de los patriotitas americanos. Esa suerte de sostener la idea de la independencia era muy interesante, algo que debemos reivindicar", comentó Lazzari a EL LIBERAL, a días de su visita. ¿De qué manera se fue construyendo en el pensamiento de la época la idea de alcanzar la independencia de la Nación? -En 1810 uno podría decir que la idea fundacional de la Revolución de Mayo era la libertad, que luego la Asamblea del Año XIII le incorpora la unión; es decir, un trabajo en conjunto entre las históricas ciudades que conformaron el Virreinato del Río de la Plata, la mayoría de las cuales decidieron un proceso de unidad. Y en 1816 surgió la idea de la independencia, estas tres ideas: libertad, unión y la independencia, tienen que ver con una construcción simbólica original de la Argentina, y sobre todo de fortalecimiento con vistas a consolidar las provincias Unidades del Rio de la Plata, como un proceso original de defensa de la única revolución que todavía estaba en pie. El objetivo es reconstruir ese andamiaje ideológico que hizo de la revolución argentina una verdadera originalidad, y el único sostén que tuvo la libertad en América del Sur en un contexto desfavorable, y que marca una fundamentación del carácter argentino, donde lo importante no es tanto la posibilidad, sino la idea que sustenta la acción, un camino poco pragmático, pero inspirador para el presente. ¿Qué aporte hicieron las provincias y cuál fue el rol que desempeñaron especialmente los caudillos para tal propósito independentista? -En el proceso de construcción de la Argentina de 1810, fue clara la idea de constituir desde las distintas identidades, una unidad. De allí es que se denominó Provincias Unidas del Río de la Plata, donde abrevaron dos vertientes: una de ellas tenía que ver con la vieja estructura colonial del virreinato, a ella se suma la idea que está inspirada en Estados Unidos, de ser identidades individuales que optan por un destino común. éste fue el inicio de un camino que con distintas alternativas, llevó al tercer hito de los momentos históricos del país que es la Constitución Federal de 1853, donde comulgaron dos grandes ideas: el pensamiento de los caudillos, representado en Justo José de Urquiza, que resigna su condición de caudillo para ser el organizador, y el de las élites liberales de las provincias, que resignan sus imperativos unitarios y aceptan que la forma de vida que los pueblos elegían era el federalismo. Este proceso que empieza en 1810, alcanza quizás en 1816 su momento cumbre, de ser un país absolutamente independiente, es decir, de no negociar la autonomía que va a culminar en la independencia del 9 de julio, y que luego tendrá un largo desarrollo en la vida argentina, hasta llegar a la Constitución Nacional del 53. ¿Esa idea de unidad y libertad fue comprendida en su tiempo? -Quizás el esfuerzo que el historiador tiene que hacer y transmitir, es cómo durante aquellos año hubo una idea centrípeta de unidad que hizo posible convertir a la Argentina en la primera Nación del hablahispana - después de Estados Unidos en lograr uno de los primeros experimentos federales de la historia. Nuestro país logra consolidar esa idea, y con la sumatoria de la unidad, la libertad y la independencia; el imperativo de establecer los derechos del hombre, respetando la diversidad. Estaba claro que en el proceso de independencia, el país se encaminaba en dejar de ser lo que era, lo cual representó una gran originalidad que hay que recuperarla para entender nuestra identidad como pueblo. ¿Considera que esta idea de federalismo se opacó ante la supremacía del centralismo porteño? -Este caso es interesante y curioso a la vez, porque si uno mira la historia, generalmente la Argentina se hizo centralista cuando fue gobernada por gente de las provincias. Desde hace más de 70 años que no es gobernada por un porteño. El último presidente nacido en Buenos Aires fue Roberto Marcelo Ortiz (1886-1942), algo sumamente interesante, porque si uno discursivamente sigue la idea del centralismo porteño, diría que debe ser que los porteños centralizan en la ciudad, pero no es así. A lo largo de la historia, los presidentes que vinieron de provincias muy chicas (como el caso de Carlos Menem y Néstor Kirchner), son las últimas figuras políticas que más han centralizado el manejo del país desde Buenos Aires. Cuando Domingo Faustino Sarmiento asumió la presidencia, sintetizó la tensión histórica entre Buenos Aires y el interior, en una frase que decía: "Vengo a ser provinciano en Buenos Aires y a ser porteño en las provincias". Buenos Aires luego fracasa, cuando en 1852, intenta separarse en la Confederación Argentina y de alguna manera, era tan contra natura que terminó con la experiencia de la guerra civil. Cuando uno ve estos aspectos, entiende que no podría entenderse la Argentina sin Buenos Aires, así como tampoco puede entenderse a Buenos Aires sin las provincias. Para el historiador, que puede un poco apartarse de la coyuntura cotidiana, es verdaderamente apasionante esta gran tensión entre unitarios y federales - provincias y Buenos Aires, teniendo en cuenta que la cuna del federalismo fue el Litoral. En concreto, el lugar común del centralismo porteño contra las provincias es un poco desmentido por la historia. A su entender ¿quiénes son las figuras más relevantes que dejaron su huella indeleble en la historia argentina en estos 200 años? -En la charla que voy a llevar a Santiago del Estero, voy a plantear una suerte de triángulo político central que tuvo mucho peso en el Congreso de San Miguel de Tucumán, con San Martín como proyecto de libertador continental, siendo que en 1816, necesitaba el respaldo jurídico para avanzar con su proyecto de guerra continental como gobernador de Cuyo, que tuvo una gran influencia en el Congreso de Tucumán. Luego, está Manuel Belgrano como el político de más alto vuelo y a su vez, el de menor ambición política de esos años, y Juan Martín de Pueyrredón, un hombre que decide hacerse cargo de la autoridad política para manejar un momento muy convulso, donde nada estaba claro. Con el apoyo de los congresales, estos tres hombres decidieron -hasta con un poco de locura-, que debíamos ser libres de la forma que se pudiera, y para ello, la declaración jurídica de la independencia era fundamental. Creo que estos son los grandes personajes que hicieron posible que la Argentina se convirtiera, al decir de Vicente López y Planes, en "una nueva y gloriosa nación", en un momento de gran soledad continental, y donde esa gran audacia patriótica hizo posible que el aire fresco de la libertad abrazara a todas las naciones de Sudamérica. ¿Cuál es la principal deuda histórica que tenemos como argentinos? -Con claridad, puedo decir que los fundadores de la Patria de la Independencia y los padres constituyentes del país, tuvieron un gran sueño. Quizás, ese país que alguna vez fue el faro de Sudamérica, tiene la deuda de volver a convertirse en ese país extraordinario que se fue construyendo a lo largo del tiempo y que en algún momento de la historia moderna, dejó de lado el imperativo ético de ser una grande y gloriosa Nación, para convertirse en un país con poco vuelo. El desafío para la Argentina de hoy está en recuperar la idea de que podemos ser una gran Nación y por supuesto que el desafío es llevarla a cabo entre todos. ? San Martín como proyecto de libertador continental, necesitaba en 1986 el respaldo jurídico para avanzar con su proyecto de guerra continental como gobernador de Cuyo, que tuvo una gran influencia en el Congreso de Tucumán.

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