Un antes y un después Un antes y un después
“Este hecho trascendental impactó positivamente en muchos aspectos, pero yo destaco dos que son a mi entender los más importantes el primero está ligado al factor humano, ya que muchos abuelos de nuestra comunidad viajaban hasta Loreto, salían a la madrugada y volvían en plena siesta, soportando las inclemencias climáticas. Hoy, el día de pago dejó de ser un sufrimiento y pasó a ser un encuentro de amigos, parientes y vecinos. Los que son atendidos por un excelente grupo humano integrado por jóvenes atamisqueños, los que se formaron para cumplir con este trabajo, atienden, asesoran de tal manera que es un gusto ir al banco”.
“Y el otro aspecto es el económico al momento que una gran masa de asalariados cobra sus sueldos en esta ciudad ya realizan todas sus compras aquí, y esto dio un gran impulso a nuestra economía a tal punto que muchos comerciantes loretanos invirtieron en nuestra ciudad abriendo sucursales, y como estos ejemplos hay otros que impactan directamente en nuestras economías a partir de la llegada de esta centenaria institución que ya es parte de la historia de nuestra ciudad”.








