El encierro produjo alteraciones menstruales y del sueño, angustia y tristeza en adolescentes

El encierro ocasionado por la pandemia de coronavirus trajo aparejado luego de más de un año y medio, el crecimiento de las consultas por diferentes trastornos producidos por el estrés que sufrieron y sufren los adolescentes. Uno de los motivos más frecuentes son los trastornos hormonales, que ocasionan disfunciones a diferentes niveles del organismo.

La doctora María del Carmen Tinari, especialista en ginecología infantojuvenil de nuestra provincia, confirmó que tanto en el ámbito de la salud pública como de la privada, crecieron las consultas por "las alteraciones menstruales en primer lugar, en segundo lugar, las sospechas de embarazo, y luego las alteraciones del sueño, las angustias, la depresión, la tristeza".

Según comentó, esto coincide con un estudio a nivel internacional que realizaron instituciones médicas especialistas en ginecología infantojuvenil, con datos desde el inicio de la pandemia.

Requerimientos

"Por un lado tuvimos las urgencias, como cuadros respiratorios, cuadros agudos, que fueron los primeros motivos de consulta, pero después aparecieron otros que atravesaron muchas especialidades. Quienes hacemos ginecología infantojuvenil hemos detectado casos motivados por estados de ánimo, como ansiedad, preocupación, tristeza, miedo, angustia, autolesiones, trastornos de la conducta alimentaria", explicó la doctora Tinari.

La profesional, quien integra la Asociación de Pediatría de Santiago del Estero, consideró que "esto fue muy fuerte y atravesó a los chicos de todo el mundo, y Santiago estuvo dentro de estas generales".

"Todo lo que es la socialización es muy importante en la adolescencia, el encuentro con los amigos, el hacer actividad física, el ir a la escuela, y de pronto eso de forma brusca se cortó. Algunos pudieron sobrellevarlo bien, hubo chicos que prefieren estar solos, o no con tantos amigos, y no los afectó. Pero hay otro gran grupo que sí, porque el ser adolescente implica eso, las relaciones, los vínculos, el poder crecer, y al cortarse, generó muchos problemas", agregó.

Y agregó: "Ahora los vemos cansados, agotados, producto de las clases virtuales, y lo están sintiendo".

Cómo ayudarlos en la vuelta a la normalidad

"A los adolescentes, en primer lugar les diríamos que pidan ayuda, que no tengan miedo de hablar con el papá, con la mamá, con la docente, con algún profesional, que cuenten lo que están sintiendo en este momento.

A la familia, reforzar en los chicos los recursos personales que tengan, promoverles espacios de participación, de encuentros, en la medida en que se pueda. Que ellos tengan actividades donde puedan seguir haciendo cosas, estimularlos a que vuelvan a proyectar un futuro; reforzarles el pensamiento positivo, encontrar nuevas fuentes de placer, de entretenimiento, para que puedan cambiar esto que los ha afectado muchísimo.

Están viviendo un duelo, les va a costar un poco".