La primavera también puede acarrear una depresión propia del cambio de estación La primavera también puede acarrear una depresión propia del cambio de estación
Hoy comienza septiembre, el mes de la primavera, asociado a una mayor actividad general producida por la llegada de un clima más cálido y florido. Pero no todo es color de rosas, porque aunque sin que llegue a una instancia grave, las personas, y de modo especial los adolescentes, pueden sufrir lo que se conoce como astenia primaveral, que produce una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, tanto física como intelectual, que reduce la capacidad para trabajar e incluso realizar las tareas más sencillas.
"Es una depresión pasajera que se da en una de cada diez personas, sobre todo en mujeres, y que tiene que ver más que nada con una durabilidad de pocos días, porque el organismo siente la necesidad de llegar a una adaptación a lo que está sucediendo a nivel externo", explicó la licenciada en psicología, Emily Azar en dialogo con EL LIBERAL.
La profesional precisó que "las emociones también están influenciadas por el tema de la luz solar, que se conoce como fotoperiodos, en los que están la luz solar o la humedad, que van a influir en el desarrollo de ciertas actividades físicas, emocionales y cognitivas".
Asociaciones
"Por ejemplo, la primavera está asociada a un mayor nivel de atención o fijación de objetivos, planes y metas, sin embargo en el invierno, la persona está cognitivamente más preparada para la memorización", puntualizó.
Respecto del origen de esta reacción del organismo, la licenciada Azar justificó que "se encuentra en cuestiones ancestrales y nuestras derivaciones animales, en el sentido de que la mente animal está preparada para períodos de hibernación o de casa, y eso lo tenemos de alguna forma instaurada en nuestro cerebro".
"Entonces, se debe tener en cuenta que hay ciertos genes que castigan las funciones de calendario, y están reguladas por las necesidades de cada momento", amplió la profesional.








