Inflamaciones intestinales y el valor de su detección a tiempo Inflamaciones intestinales y el valor de su detección a tiempo
Las Enfermedades Inflamatorias
Intestinales (EII) son
un grupo de patologías que
incluyen a la Enfermedad de
Crohn, Colitis Ulcerosa y Colitis
Indeterminada y un aspecto
clave es realizar un diagnóstico
temprano y que haya
una mayor adherencia a los
tratamientos.
Las citadas enfermedades
pueden presentar una gran
variedad de síntomas como
diarrea, pérdida de peso,
cansancio, fiebre o febrícula,
sangrado rectal, dolor abdominal,
obstrucción intestinal y
fístulas.
Muchas veces se
pueden confundir estos cuadros
con otras patologías como
el síndrome del intestino
irritable o la llamada gastritis,
lo cual retrasa el diagnóstico
hasta en 7 años.
En el marco del Día Mundial
de las EII, los especialistas
subrayan la importancia de
realizar la consulta oportuna y
de efectuar los estudios correspondientes,
como una ileocolonoscopia,
entre otros,
para confirmar esta enfermedad
que afecta en su conjunto
a entre 40 y 70 individuos de
cada 100 mil personas, mientras
que destacan la importancia
de promover y practicar
una buena adherencia a
los tratamientos.
“Cuando hablamos de EII
nos referimos a un grupo de
trastornos de causa desconocida
que afecta al tubo digestivo
en diferentes partes.
Los síntomas más frecuentes
son diarrea, a veces con sangre,
dolor abdominal, pérdida
de peso y en los niños un retardo
en el crecimiento”, señaló
el Dr. Martín Ariel Toro,
integrante del Grupo Argentino
de Enfermedad de Crohn y
Colitis Ulcerosa (Gadeccu).
Y añadió: “Más de la mitad
de la población por lo menos
una vez al mes tiene algún
síntoma digestivo, con lo cual,
al ser síntomas tan frecuentes
se confunde este tipo de enfermedades
con afectaciones
más benignas como por ejemplo
el síndrome de intestino
irritable o la dispepsia funcional
que es lo que la gente conoce
como gastritis. Así, pasa
mucho tiempo, en promedio,
de acuerdo con algunos estudios,
unos 7 años, hasta llegar
al diagnóstico”.
OBSERVACIóN
Estudios para llegar
al diagnóstico y a
los tratamientos
La ileocolonoscopia es
el estudio estándar para llegar
al diagnóstico. Mediante
la misma se observa todo el
intestino grueso y la primera
parte del intestino delgado,
pero, no obstante, no existe
un solo método para diagnosticar
las EII, sino que hay
una conjunción de métodos,
como si fuera el armado de
un rompecabezas en el cual
se van juntando varias piezas
hasta intentar llegar a la
certeza diagnóstica.
El Dr. Toro al respecto,
explicó: “Entre estas piezas
está la biopsia, pero no es la
única, hay otros indicios que
hablan de una inflamación
crónica y permanente que
termina dañando el tubo digestivo”.
“Se pueden hacer análisis
de sangre para ver si hay
signos de inflamación crónica,
también un estudio de
la materia fecal y todos los
exámenes por imágenes que
permiten ver las partes del
tubo digestivo: ecografía,
tomogra f í a , resonancia
magnética y la videocápsula
endoscópica, esta última
muestra las imágenes del
intestino delgado que antes
eran inaccesibles para explorarse
en forma directa”,
agregó. Para tratar las EII es
fundamental un abordaje multidisciplinario,
esto incluye
medicación con antiinflamatorios
de acción local, corticoides,
y también la cirugía.
“Trabajamos en conjunto
con cirujanos coloproctólogos,
nutricionistas, psicólogos,
enfermeras y enfermeros
especializados en esta patología,
un avance que se dio en
los últimos años porque éstos
profesionales son intermediarios
entre el paciente y el
médico y un gran soporte para
abordar estas afecciones”,
aseguró el Dr. Toro.
En tanto, según el especialista,
se utilizan terapias
más modernas que incluyen
los medicamentos biológicos
que cambiaron el paradigma
que se tenía respecto de la inflamación
crónica porque son
medicamentos generados por
biotecnología a través de los
cuales se bloquea una de las
líneas de inflamación.
“Estos medicamentos tienen
la particularidad de que
sirven para frenar las crisis de
la enfermedad, el brote, pero
también para mantener la enfermedad
dormida, inactiva”,
manifestó.