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EL LIBERAL . Santiago

Nació con la Patria: Historias del Ejército Argentino (Segunda Parte)

05/06/2022 02:20 Santiago
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Nació con la Patria: Historias del Ejército Argentino (Segunda Parte) Nació con la Patria: Historias del Ejército Argentino (Segunda Parte)

Los episodios de la semana de mayo de 1810 constituyen una conjunción de decisiones firmes, aciertos políticos y sobre todo es la muestra de una voluntad social indomable que dio lugar a la única Revolución producida en el marco del antiguo imperio español que no fue doblegada en los catorce años de la guerra de la Independencia. También es de destacar que se estableció un plan de operaciones que asombra por la extensión de sus propósitos, claramente por encima de las posibilidades fácticas, y que fue llevado adelante, sin dejarse vencer por derrotas y fracasos.

La porteña Revolución de 1810, que asumió para sí el liderazgo político de todo el antiguo virreinato del Río de la Plata y luego de toda la América del Sur, inicia un tiempo histórico, orgullo para todos los argentinos, que se resume en el imperativo ético que animó las acciones de miles de hombres y mujeres que dieron fundación a la Patria: se hizo lo que había que hacer, sin aceptar límites prácticos. Sin duda, el resumen perfecto lo hace el general José de San Martín en su frase: “Serás lo que debas ser, sino no serás nada”. Por eso existe la Argentina.

En esta segunda nota sobre el Ejército Argentino, recorreremos la historia de la campaña al Paraguay, que fracasa en sus acciones bélicas, pero que por la acción de Manuel Belgrano, se convierte en un triunfo diplomático.

La expedición en Auxilio del Paraguay

La situación política en Asunción en relación a Buenos Aires

El 27 de mayo de 1810 la Junta Gubernativa Provisional del Río de la Plata envía comunicaciones a todas las ciudades y las villas del antiguo virreinato, para informar sobre las motivaciones que llevaron a la destitución del virrey Baltazar H. de Cisneros, solicitar el reconocimiento al gobierno de Buenos Aires, y elegir diputados para su incorporación a la Junta. Esta acción ejecutó la teoría de la “hermana mayor”, sostenida por Juan José Passo en el Cabildo Abierto del 22, que otorgaba a Buenos Aires el poder de tomar  decisiones en representación de todo el territorio en defensa del interés común.

La Junta de Buenos Aires designó al coronel José Espíndola y Peña, un asunceño que adhirió a la causa revolucionaria, para que llevara las comunicaciones a la capital de la gobernación del Paraguay, junto a su nombramiento como comandante general, para destituir al gobernador Bernardo de Velasco. Espíndola era un hombre poco querido en su tierra y su nombramiento fue un error de la Junta, ya que contribuyó al rechazo de la población al gobierno porteño por la calidad de su mensajero, que llegó a Asunción el 21 de junio.

La reacción autonomista del Paraguay

La respuesta del gobierno de Asunción a la propuesta porteña fue la convocatoria a un Congreso General a celebrarse el 24 de julio, en el que se rechazó adherir a la Junta y a la vez asumir la soberanía de los pueblos bajo el Consejo de Regencia constituido en Cádiz luego de la caída de la Junta Central de Sevilla. Estas disposiciones provocaron una furibunda reacción en Buenos Aires, consistentes en un bloqueo total a los ríos; la organización de grupos opositores a Velasco; la separación del territorio de las Misiones de la autoridad de Asunción y el envío de un ultimátum con la amenaza del envío de una expedición militar. La noticia del fusilamiento de Liniers y las autoridades cordobesas por parte de las fuerzas revolucionarias hizo correr el terror en las tierras guaraníes.

Inmediatamente el gobernador Velasco impuso una movilización general y la constitución de una Junta de Guerra encabezada por Pedro Gracia. En una carta enviada al comandante de Montevideo Gaspar de Vigodet, Velasco dice:“expedí órdenes a la campaña para la reunión de los escuadrones urbanos que he formado y como si un rayo hubiese herido los corazones de estos incomparables provincianos, me hallé a los dos días de haberse circulado los avisos con más de 6000 hombres". El valor de este documento es que en este tiempo inicial, para Velasco la adhesión a las autoridades peninsulares era fundamental, pero la campaña de Belgrano iba a minar esa convicción y logrará la autonomía paraguaya.

La expedición militar de Belgrano

El 22 de septiembre de 1810 la Junta ordena a su vocal Belgrano, en su doble carácter de comandante militar y comisario político, la organización de una fuerza militar para “poner en obediencia y tranquilidad” los territorios de Corrientes, Santa Fe, las Misiones, la Banda Oriental y el Paraguay. Se expidió un documento llamado “Instrucciones a Don Manuel Belgrano para su Observancia en la Expedición al Paraguay” en el que se ordena al comandante que “si hubieran resistencia de armas, morirán el Obispo, el Gobernador y su sobrino con los principales causantes de la resistencia”. Esto deja en claro que en mayo de 1810 se inicia realmente una revolución y que estos aspectos fueron dejados de lado por muchos historiadores para brindar un relato más edulcorado del nacimiento del país.

El entonces coronel Belgrano llega a San Nicolás de los Arroyos el 28 de septiembre y logra formar una fuerza de 630 hombres, que al día siguiente marchan hacia Santa Fe para llegar el 2 de octubre: en sólo tres días de marcha se hicieron 240 km, muestra de la convicción de los soldados y la gran autoridad del comandante. El 8 de octubre se cruzó el río Paraná, donde se logró formar un ejército que alcanzó los 1.000 hombres. Allí aparece la figura de Gregoria Pérez de Denis, una patriota que pone todos sus bienes al servicio de la Revolución, de la que Belgrano dirá: “Usted ha conmovido todos los sentimientos de ternura y gratitud al manifestarme los suyos tan llenos del más generoso patriotismo. La Junta colocará a usted en el catálogo de los beneméritos de la Patria”.

Belgrano se pone en marcha hacia el centro correntino, donde luego de recorrer 450 km. funda el 16 de noviembreNuestra Señora del Pilar de CuruzúCuatiá, mostrandoel espíritu ilustrado de la Revolución. Es el primer pueblo patrio.Mientras tanto en Concepción del Uruguay, se produce una crisis al rechazar el comandante Josef de Urquiza la autoridad de Santa Fe sobre la banda occidental del Uruguay, siendo reemplazado por José Díaz Vélez. La importancia de esta zona estaba dada por la presencia del bastión realista en Montevideo, que caería recién cuatro años después.

Campichuelo y Maracaná. Rumbo a Asunción

El 19 de diciembre de 1810 el ejército cruza el Parána rumbo a Asunción y se produce una escaramuza que pone en retirada a los paraguayos sin que se produzcan bajas. Se incorpora a la historia el combate del Campichuelo. El 6 de enero de 1811 se produce la refriega de Maracaná, en un bosque que aún hoy no ha sido identificado, en la que se acentúa el repliegue paraguayo hacia su capital. En esta campaña se destacan los coroneles José Ildefonso de Machaín, asunceño, y Tomás de Rocamora, guatemalteco.

El 11 de enero Belgrano y sus tropas llegaron a Itaipá, a unos 140 km. de Asunción, sin conocer la ubicación de las tropas de resistencia paraguayas. Vale destacar que la población entendió que los hombres llegados desde el Sur eran invasores, por lo que aplicaron la la tierra arrasada, sin dejar nada útil para los que avanzaban. Ese fue el gran logro político del gobernador Velasco. El 15 de enero ambos contendientes se visualizaron y Belgrano decidió atacar sin demora a las 

tropas que eran comandadas por Velasco. Tiempo después, en sus Memorias, Belgrano recordará: “eché el anteojo y vi en efecto un gran número de gente que estaba formada en varias líneas a la espalda de un arroyo que se manifestaba por el bosque en sus orillas”.

Las batallas de Paraguarí y Tacuarí

El 19 de enero se produce el enfrentamiento en las afueras de Paraguarí, al mismo tiempo que el Ejército del Norte se internaba en el Alto Perú. Siempre ayuda tener una visión de conjunto del formidable desafío que asumieron las autoridades revolucionarias. Fue la primera batalla a gran escala de la guerra de la Independencia: se enfrentaron más de 4.000 hombres, en una proporción favorable a los paraguayos de 3 a 1. Es curioso destacar que ambos ejércitos se presentaron al campo de batalla con las banderas de Fernando VII. Paraguarí fue una derrota para el ejército revolucionario que abandonó el campo a pesar de que podría haber seguido combatiendo. Un hecho horrible fue el degüello del hijo de Espíndola, que era el edecán de Belgrano, lo que fue calificado por el propio jefe paraguayo Velasco como una ignominia.

Belgrano, en su retirada hacia el sur, dirá amargamente: "Todo me confirma… que esta gente será eternamente esclava". El 9 de marzo se produciría la segunda batalla en las orillas del Tacuarí con los paraguayos al mando del coronel Manuel A. Cabañas, quien causó la derrota definitiva del ejército que había partido de Buenos aires seis meses antes. Un protagonista de esta jornada que trascendió a la historia es Pedro Ríos, un niño que ofició de tamborero durante la batalla: el tambor de Tacuarí.Belgrano ordenó quemar todos los papeles del ejército revolucionario y ordenó levantar bandera de parlamento. El jefe enemigo aceptó rápidamente remarcando: "… de parte del señor general del ejército (Belgrano), el que… había solo venido no a hostilizar la provincia del Paraguay, sino a auxiliarla,retiraría al otro lado del Paraná con su ejército, y les dejaría la provincia evacuada de toda invasión, he resuelto, yo comandante en jefe de las tropas del Paraguay, convenir… no hacer más hostilidades de armas”. El ejército de Belgrano se retiró allende el Paraná y el comandante inició una negociación política posterior que resultó exitosa con las autoridades paraguayas, pero esa es otra historia.

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