Difunden un video del enfrentamiento en el que un comerciante perdió un ojo por una bala de goma

El comerciante añatuyense, Nelson Coria, 45, será intervenido quirúrgicamente hoy en un centro privado capitalino, cuatro días después de haber sido herido en el ojo derecho por un policía, durante una batahola en que dos hermanos pugnaban por agredir a uno de sus hijos, acusándolo de haber atacado al propietario de una empresa de servicios fúnebres.

El grave incidente tuvo de escenario la vereda de la despensa de Coria, en avenida San Martín, B° Obrero, en Añatuya, General Taboada.

Según las denuncias cruzadas, ahora investigadas por el fiscal Ezequiel Bustamante (a detallarse hoy en audiencia), en la noche del viernes un empresario de una cochería circulaba en su automóvil cuando en una esquina, se habría rozado con una motocicleta, sin luces, con dos jóvenes de ocupantes.

Habrían entrecruzado insultos y el automovilista siguió su curso, ya que debía hacerse cargo de un servicio. Diez minutos después, ya en destino, lo alcanzaron los dos motociclistas y causaron destrozos a su automóvil.

Hijos, por la venganza

Treinta minutos después, dos hijos habrían irrumpido en la despensa del comerciante Coria, convencidos en que un hijo y un hermano suyos eran los autores de los daños al coche del funebrero.

De las presentaciones y un video policial, se desprende que los hijos del damnificado exigieron respuestas. Llegaron policías de la Departamental 13 y todo se convirtió en una batahola, con empujones, trompadas y destrozos al local.

En ese descontrol, el policía Maximiliano Bustamante habría accionado su itaka y disparó al aire en dos ocasiones con balas anti tumultos. Pero un tercer disparo fue directo al rostro de Coria y habría provocado el estallido del globo ocular derecho. Ello llevó a una extrema beligerancia que forzó a la fuga de los dos jóvenes visitantes.

Posteriormente, arribó una ambulancia y la prioridad fue auxiliar al comerciante, desconcertado, sin comprender bien qué acababa de sucederle. El policía gritaba: "Se me trabó el arma; el disparo fue accidental".

Medidas judiciales

Antes de la madrugada del sábado, la Fiscalía dispuso el secuestro de la vestimenta de al menos los hermanos agresores y del policía. Los tres quedaron aprehendidos y las calificativas representan el dilema.

Mientras tanto, Coria fue conducido, directo, al Hospital De María. Extraoficialmente, se sabe que los expertos habrían confirmado el estallido del globo ocular. Después, la familia condujo al paciente a un centro privado de salud de esta capital y, a la vez, fue asistido por forenses del Poder Judicial.

Con restos del proyectil aún en el ojo dañado, y una posible fractura abajo, Coria sería asistido hoy  por expertos, ya que urge evitarle cualquier infección en el sector dañado.

Aún azorada, su familia ya habría formalizado una denuncia, cuyos pormenores obran en poder del fiscal Bustamante. En tanto, trascendió que las pericias serían asignadas a policías de otra jurisdicción, o gendarmes, para garantizar su transparencia.

Secuestran la itaka

El arma ya ha sido incautada y la Fiscalía ha dispuesto una inmediata pericia, a fin de develar si es probable el disparo accidental, traba mediante, o fue accionada manualmente por el uniformado.

Nadie descarta que la pericia sea encomendada a otra fuerza, en virtud de que el procedimiento estuvo a cargo del personal de la Departamental 13, de acuerdo con las imágenes observadas en el video.

Pese a tamaño revuelo, hasta anoche seguían lejos del brazo de la Justicia los dos motociclistas que insultaron al padre de los dos aprehendidos. Ello tensionaba a las dos familias, con una sensación de ambivalencia y dolor, respectivamente, lejos de ser mitigada por la Justicia.

Dos hermanos y el efectivo, frente a una magistrada

El policía y los dos hijos del empresario fúnebre enfrentarán hoy la audiencia de conversión, de aprehensión en detención en su contra. Los cargos representaban anoche la nebulosa que deberá ser clarificada por el fiscal Bustamante.

El escenario generaba interpretaciones contrapuestas, ya que también Jefatura de Policía encomendó su propia investigación a Asuntos Internos.

Puntualmente, la Fiscalía indaga en la conducta de los tres hombres: los dos hermanos, por "lesiones" y "daños". A la vez, el policía por el disparo que sumó en un cuadro de desazón a la víctima y a sus familiares.

Desde el sábado, las redes sociales se transformaron en ventana en que el entorno de los protagonistas hace catarsis y subraya posiciones. Todos divididos por el concepto de justicia, sed de venganza, aún cuando nadie descarta que "los justicieros" se hubieran confundido de acusados.