Desarrolló una carrera deportiva impecable Desarrolló una carrera deportiva impecable
Sus inicios fueron en el club de sus amores, Juventud BBC, donde brilló con luz propia junto a notables valores, llegando a ser compañero del ex futbolista Walter Jiménez.
Allí, a través de los años, integró quintetos notables junto con “Chita” Suárez, “Quebracho” Torres, “Inqui” Ríos, “Chafa” Lledó, “Benja” Arce, “Negro” Flores, Oscar López Muñoz, “Chiquito” Villalba, “Leo” Ovejero, “Espanto” Gerez, “Tarulli” Corvalán, “Tony” Tozzi, Mario Chara, “Horno” Acuña, “Zurdo” Tarchini y “Negro” Herrero, sólo por mencionar a algunos, a estos cuatro últimos los dirigió como entrenador.
El “Amo”, con los rojinegros, donde debutó a los 13 años, logró innumerables títulos a nivel nacional, que le posibilitó ser titular indiscutible en el seleccionado santiagueño de mayores, donde fue campeón argentino en 1962 (Posadas, Misiones) y en 1968 (Santiago del Estero). Se debut en un Argentino fue en 1957, cuando tenía 18, y representó a su provincia hasta 1970.
Integró formaciones con otros grandes del baloncesto provincial como Gustavo Chazarreta, Benjamín Arce, “Cacho” Cisneros, “Quebracho” Torres, “Negro” Flores, “Dupla” Carrera, Ramón Jorge, Horacio Goytía, Fernando Najarro, “Guilli” Correa, “Chichila” Palazzi, los hermanos Ingratta, Hugo Abutti, el “Loco” Cabaña, Ernesto Marchetti y Antonio Tozzi, luego de que dejara de jugar por Córdoba y se afincó en nuestra ciudad.
A nivel nacional supo cosechar amistades. Entre ellos se pueden mencionar al chaqueño Carlos Lutringer, al cordobés Hugo Olariaga (fueron tapa de El Gráfico) y al bahiense Alberto Pedro Cabrera.
Alejado de la actividad, Alfredo Tulli también fue entrenador. En esta función se inició en el Juventud de sus amores en los torneos locales y en la Liga Nacional B de la década del 80, cuando Olímpico estaba en la categoría superior.
También el “Amo” lo hizo en las selecciones juveniles y mayores de la Federación local. Con los juveniles fue campeón argentino en 1979, certamen que se realizó en Santiago del Estero.
Pero, además, fue presidente por varios años de la prestigiosa institución de Rivadavia y Perú. Se había ganado el prestigio de la gente a través de su brillante carrera.
Reconocimiento
Orcasitas opinó del “Amo” Tulli. En este sentido escribió: “Tulli era el prototipo del jugador pícaro, vivo y fue el más cercano a Lledó en habilidad. Sabía cuándo jugar y cuándo debía hacer una pausa... Al final de su carrera todavía asombraba por sus pases. Empezó de tres y terminó de uno. Era un armador chiquito (medía 1,77 metro y pesaba 76 kilos).
Esa vez Carlos Fontanarrosa escribió en El Gráfico: “Un delantero inspirado para el aro, un cohete con la pelota. En plena carrera, loca carrera, se frena bruscamente para quedar virtualmente parado en el aire, desde donde remata al estilo Lledó, suave, justo, impecable. Todavía está en elaboración, pero este pibe, de golpe, es capaz de hacernos levantar del asiento”.
Su trayectoria internacional abarcó sólo cinco años. Estuvo en cuatro Sudamericanos con la Selección Nacional: 1958 (en Santiago fue el más joven del equipo, pero jugó sólo 2 partidos e hizo 2 puntos) 1960, 1961 y 1963. Jugó el Mundial de San Pablo 1963, donde promedió 11,1 puntos en 8 partidos. Esa vez nuestro país se clasificó octavo.
Piri García, en El Gráfico, hablaba de un “extraordinario valor santiagueño” cuando mencionaba a Tulli. “Sabe, reforzaba el concepto, lo que hace en la cancha. Tiene un sorprendente cambio de dirección y un muy buen dribbling. Mueve sus dos manos con gran seguridad, indistintamente”.
Así fue Alfredo Tulli. Periodistas de reconocida trayectoria lo destacaron. Ahora el “Amo” nos dejó para siempre para estar junto al Señor y unirse en el otro mundo a “Chafa” Lledó, “Chiquito” Villalba, “Benja” Arce, “Qubracho” Torres, “Chita” Suárez y al “Inqui” Ríos, con sus compañeros.
Con su partida, el básquet santiagueño y argentino está de luto con la pérdida irreparable de un grande. ?








