"Por el alcohol estuve al borde de la muerte y hace 18 años que volví a vivir" "Por el alcohol estuve al borde de la muerte y hace 18 años que volví a vivir"
“Llegué al punto de no querer dormir, porque tenía miedo de no despertar nunca más. Estaba tan mal y consumido por el alcohol que caí en la peor miseria. Durante cinco años viví en la calle, hasta que un día leí en EL LIBERAL una nota que me cambió la vida”, confesó Luis, quien ya no se molesta demasiado en mantener oculta su identidad, aunque prefiere no revelar su apellido.
“Ya había caído a lo más profundo; había perdido a mi mujer y a mis tres hijos, a quienes los hice vivir en un verdadero infierno, hasta que me dejaron porque no aguantaban más”.
“Vivía en las calles, hacía mandados o changas a cambio de un vaso de vino, y todo lo que ganaba era para seguir bebiendo. Ya había perdido el control hasta que un día, cuando viajaba a Tucumán, vi en las páginas de EL LIBERAL un aviso del grupo Shalo que invitaba a la reunión aniversario del 16 de febrero”, recordó.
“En ese momento alguien me susurró al oído: ‘Tienes que ir a esa reunión, yo te acompaño’, y tomé la decisión de cambiar mi vida. Al día siguiente, en la reunión, lloré como nunca antes, cuando escuchaba el testimonio de José Manuel, quien después se convirtió en mi padrino. Era como si me estuviera contando mi propia vida. Fue un cambio inmediato”, recordó al borde de las lágrimas.
Desde entonces, Luis trabaja con otros alcohólicos en recuperación para tratar de ayudar a quienes han caído en este flagelo.
Esto incluye charlas en escuelas, visitas a instituciones y clubes donde se intenta alertar sobre los riesgos del alcoholismo.
Actualmente, en La Banda existen cuatro grupos de Alcohólicos Anónimos: Shalo, que funciona en la Biblioteca Alberdi; Los Lagos, en parroquia Cristo Rey; Volver a Vivir, en el templo de Sagrado Corazón de Jesús y Hospital Banda.








