"Llegué abatido, pero los jugadores me levantaron"

El entrenador de Güemes, Walter Marchesi, se mostró dolido ayer por la derrota ante Mitre en el clásico y reconoció que son hoy los jugadores quienes le dan el apoyo para continuar en el cargo. El "Gaucho" acumula ocho fechas sin victorias y el traspié de ayer lo complica con el descenso.

"Entré al vestuario y los jugadores nunca me habían visto abatido así. Los más grandes me pidieron charlar porque imaginaban, sabiendo que soy de sangre caliente, que podría tomar alguna decisión. Me dijeron que empezamos juntos en esto, que estamos luchando juntos y que no cometa locuras. Yo sé que tengo el apoyo de ellos y con eso me alcanza para ir con ellos a la guerra. Con lo que nos toque y con lo que sea. Luchar vamos a seguir luchando, pelear vamos a seguir peleando. Falta muchísimo todavía para terminar este torneo", aseguró Marchesi, en diálogo con EL LIBERAL.

"Tal vez el destino algún día también nos ayude a nosotros. Que un día la pelota pegue en el palo, le pegue dos veces al arquero rival y se nos meta. Esto es fútbol, pero créeme que al igual que el gol que nos hace Racing de Córdoba, a este gol que nos hace Mitre para abrir el partido no me lo voy a olvidar", confesó el entrenador azulgrana.

"Mientras haya fuerza o tenga este respaldo que tengo de los muchachos, te voy a repetir, me van a tener que sacar de otra manera de esta ciudad, porque vine a dejar a Güemes en esta categoría. Mientras me banquen los dirigentes y tenga este respaldo de los jugadores, voy a luchar a muerte", recalcó Marchesi.

A su vez, el DT de Güemes declaró: "Claro que me preocupa este presente y lo que nos cuesta ganar. Me preocupa la poca fortuna, contra eso no podés. En el gol de Mitre la pelota pegó dos veces en la espalda de Mendonça. Dos veces, no una, y se metió. En el primer tiempo tuvimos un mano a mano claro y la pelota se iba afuera. Nos terminan convirtiendo ellos y me da bronca porque lo pudimos empatar un par de veces".

Por último, Marchesi recalcó: "El apoyo que recibí de los jugadores me levantó un poquito. Llegué muy abatido, hacía muchos años que no me pasaba y creo que fue la primera en mi vida que llegué tan abatido a un vestuario porque una de las cosas que habíamos dicho durante este tiempo era no dejarlos crecer con faltas tontas".

"Generamos peligro con pelotazos, intentamos con nuestras herramientas de siempre, intentamos llegar por abajo. Intentamos llegar por un lado, por el otro, hicimos cambios extremadamente ofensivos", dijo el DT.