El obispo Dante Braida se hizo eco de la pretensión del Gobierno de Milei.
La Iglesia, en contra de la baja de imputabilidad: "No soluciona el problema de raíz" La Iglesia, en contra de la baja de imputabilidad: "No soluciona el problema de raíz"
Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja y presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Iglesia Católica Argentina, expresó la firme oposición de la institución a la propuesta de reducir la edad de imputabilidad penal. Sus declaraciones se producen en un momento crucial, justo cuando el Gobierno se apresta a obtener dictamen en la Cámara de Diputados para el proyecto de ley que busca bajar de 16 a 14 años la edad en que los menores pueden ser juzgados penalmente.
A pesar de varios aplazamientos, el plenario de comisiones de Diputados (Legislación Penal, Presupuesto y Hacienda, Familia, Niñez y Juventudes y Justicia) se reunirá el próximo martes, y el oficialismo confía en lograr el dictamen favorable gracias a un acuerdo con sectores de la UCR, el PRO, el MID y otros bloques aliados. Aunque la iniciativa original de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, planteaba una imputabilidad desde los 13 años, el texto consensuado finalmente establece el nuevo límite en los 14 años.
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Ante este panorama, Monseñor Braida enfatizó que la respuesta a la problemática de la delincuencia juvenil no debe ser meramente punitiva. "No nos parece que bajar la edad sea lo adecuado. Poner en situación de encierro a un chico no soluciona el problema de raíz", afirmó categóricamente. El obispo abogó por un abordaje "amplio, multisectorial" que se dirija a las causas subyacentes que llevan a jóvenes a cometer delitos graves, priorizando instancias de recuperación y prevención sobre las soluciones penales.
Desde la Iglesia, se advirtió que encarcelar a adolescentes no resolverá la inseguridad, ya que "lo que necesitan estos chicos es oportunidades". Además, se señaló el problema del hacinamiento y la potencialización de problemáticas dentro del sistema penitenciario. Monseñor Braida reiteró su postura, insistiendo en que "poner en situación de encierro a un chico no soluciona el problema de raíz".
