"Si vamos a la carnicería, por cada kilo de carne nos estamos llevando un cuarto de impuestos", señala el estudio de FADA.
Consumo: los impuestos son el 25% del precio de la leche, el pan y la carne Consumo: los impuestos son el 25% del precio de la leche, el pan y la carne
Un análisis realizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) indagó sobre cómo se distribuyen los costos en la compra de productos de alto consumo popular como la leche, el pan y la carne e indicó que "en el precio que pagamos hay más impuestos que ganancia".
El informe de Nicole Pisani Claro, economista jefe de FADA advierte que "en el desayuno de tostadas con café con leche tomamos la energía para encarar el día. Pero resulta que también nos comemos grandes cantidades de impuestos".
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Destacó que "cada 4 bollitos de pan, nos comemos uno de impuestos y nos tomamos un vaso de leche por cada sachet. Es decir, en el precio que pagamos por muchos de los productos, hay más impuestos que ganancia. Por ejemplo, en la leche hay 26% de impuestos y 7% de ganancia y en el pan 24% impuestos y 16% ganancias".
El análisis de "Composición de precios" de FADA agregó que "en el almuerzo o cena pasa lo mismo, si vamos a la carnicería, por cada kilo de carne nos estamos llevando un cuarto de impuestos. Hay 25% de impuestos y 15% de ganancias. En otras palabras, cada $10.000, estamos pagando $2.500 de carga impositiva".
Esto se repite también en muchos de los productos, y en algunos casos esto se está haciendo más visible para el consumidor, por la aplicación de la nueva medida de transparencia que pide detallar el "precio con y sin impuestos" en las góndolas y tickets", advirtió.
"El precio que pagamos está compuesto por tres grandes categorías: los costos de hacer ese producto, la ganancia y los impuestos que se pagan en todo ese proceso. Pero ¿cuáles son esos impuestos y qué hay detrás de un producto en cuanto a costos? Los impuestos que se destacan son: el IVA a nivel nacional, ingresos brutos en lo provincial y las tasas a industrias y comercios a nivel municipal", detalla Antonella Semadeni, economista de FADA. Y del total de esos impuestos, más del 70% corresponden a los nacionales.
"En cuanto a los principales costos, por ejemplo, para elaborar el pan tenemos: la electricidad, que pesa aún más por las actualizaciones en las tarifas, materia prima, el transporte, alquileres y el personal. Por ejemplo, el flete representa el 2% del precio al consumidor", describe Pisani Claro.
"Hasta que llega a nuestra mesa, en cada etapa del producto hay costos e impuestos que se deben afrontar, así como las ganancias propias de una actividad productiva.
Que los impuestos superen la ganancia, es una situación que puede tornarse injusta, ya que, por ejemplo, en la cadena de la leche todo el proceso productivo está afectado por cuestiones climáticas, sujeto al precio del maíz con el que se alimentan las vacas, a los productos relacionados con la salud de los animales, al del combustible para el transporte son muchas las variables que se enfrentan. En medio de todo eso, el Estado, a través de los impuestos, está presente en todos los eslabones y no afronta ningún riesgo", analiza Semadeni.
"El precio que pagamos por nuestros alimentos no es azaroso o caprichoso y puede desglosarse de diferentes modos", explica Semadeni. Por ejemplo, en el caso del pan, desde el campo a la mesa, el precio se multiplica 12 veces. ¿Qué hay en el proceso?: 60% de costos de producir el pan, 24% de impuestos y 16% de ganancias.
En el caso de la carne, el precio está compuesto por un 60% de costos. En la leche 67% son costos, 26% son impuestos y solo un 7% son ganancias.