El papa León XIV atacó al corazón de "la falta de fe" del mundo actual y sus riesgos

Por Angélica Ponce. Desde Roma, para EL LIBERAL.

En la homilía de su primera misa, el flamante papa León XIV hizo una suerte de presentación de sus ideas más urgentes como jefe de la Iglesia Católica, entre las que advirtió que "la falta de fe lleva consigo dramas" tales como "la violación de la dignidad de las personas en todas sus formas".

Al mismo tiempo que denunció: "Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se considera un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes, contextos en los que se prefieren otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer".

Quizás sin llegar a ser una declaración de principios, enfatizó conceptos claros con los que no solo captó la atención de la prensa mundial, cuyos enviados cubren y hacen notar el significado de cada detalle de su Pontificado, sino que también comienzan a delinear los lineamientos que espera para poder seguir toda la grey alrededor del mundo, en cada famosa capital y en cada pequeña o aislada comunidad de las periferias.

Lo hizo al presidir la primera misa que ofició como Papa, ante todos los cardenales que le dieron su voto en la misma Capilla Sixtina que los reunió desde el miércoles. Allí hizo notar que así como hoy sucede con los cristianos, en la antigüedad, la aparición y el mensaje de Jesús provocó curiosidad, desprecio, incomodidad y hasta planes para su eliminación.

Describió dónde y cómo es que esto sucede: "Hablamos de ambientes en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio y donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece".

Punto en el que rescató la fundamental importancia del espíritu misionero: "Y, sin embargo, precisamente por esto, son lugares en los que la misión es más urgente, porque -advirtió- la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia".

Aquí también señaló otros males derivados de la ausencia de fe como "la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad".

"Superhombre"

Siguió advirtiendo sobre otros riesgos: "No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre", marcando una confusión de la época.

"Esto no solo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho", clarificó hacia adentro.

Tras esta descripción, recordó al Papa argentino, al establecer: "Éste es el mundo que nos ha sido confiado, y en el que, como enseñó muchas veces el papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador".

Por lo que concluyó: "La Iglesia debe iluminar las noches oscuras de este mundo".

Oficio

León XIV vertió estos conceptos en la jornada posterior a su elección como el primer pontífice nacido en los Estados Unidos y nacionalizado peruano, con un largo ministerio pastoral en tierra del Inca.

En Perú fue obispo de Chiclayo, una diócesis muy pobre. Desde allí, fue convocado en 2022 por Francisco, quien lo nombró prefecto de la Congregación para los Obispos, donde ejecutó una sensible tarea: la selección de los cardenales que el argentino luego ordenaría.

En sintonía con su antecesor, quien lo creó cardenal, sostiene el llamado "camino sinodal" mediante el cual la Iglesia debe seguir impulsando el diálogo y la participación interna.

León XIV es además defensor de los migrantes, diametralmente opuesto a la insensible práctica de la deportación masiva de inmigrantes que inauguró el presidente Donald Trump.

De su homilía y otras intervenciones se rescata su defensa del cristianismo en los tiempos actuales y la importancia que tiene su contribución a la sociedad.

Observaciones

Entre algunas de las observaciones, la prensa internacional hizo notar que fueron dos mujeres quienes estuvieron a cargo de las primeras lecturas de las Escrituras en la misa, que se interpretó como un posible lineamiento con la decisión de Francisco de darles mayor protagonismo a las mujeres en la Iglesia. Como cardenal, Robert Francis Prevost fue el ejecutor de una de las reformas más revolucionarias de Francisco al incluir a tres mujeres en el bloque que evalúa las nominaciones de obispos.

Su homilía y misa en general le valieron el aplauso de los cardenales en la Sixtina. Contrario a otros ropajes del día anterior, cuando se anunció su elección, el Pontífice calzaba zapatos negros, no los mocasines rojos usados por los Papas más tradicionalistas como Benedicto XVI.