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Tres hermanos, una misma pasión: la historia de Luján, Constanza y Nacho que eligieron la medicina para ayudar a los demás

 Son oriundos de Nueva Esperanza y decidieron seguir los pasos de su papá. Cómo influyó el apoyo y la contención de su madre para estar donde están hoy.

11/05/2025 06:00 Santiago
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Luján, Constanza y 'Nacho' (como le gusta presentarse) son tres hermanos que no solo están unidos por la sangre, sino también, por la misma pasión. Todos eligieron la medicina como una forma de ayudar a los demás y estar cerca del prójimo. 

Nacidos en Nueva Esperanza, departamento Pellegrini (a más de 200 km de Santiago), los jóvenes de 28, 27 y 25 años decidieron seguir los pasos de su padre, un médico nacido en Tucumán, pero con fuertes raíces maternas en la localidad santiagueña.

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Luján, la mayor, se recibió en agosto de 2024 en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNSE; en tanto que Constanza y Esteban Ignacio (Nacho) se encuentran cada vez más cerca de la meta, en "el tramo" final de la carrera también de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.

(Luján, Constanza y 'Nacho')

EL LIBERAL dialogó con Edith, madre de los jóvenes, quien contó la historia de sus hijos y cómo desde muy pequeños, sabían qué carrera iban a elegir. "Ellos iban al Colegio Agrotécnico N°2, nada que ver con lo que terminaron eligiendo. Pero todos los días, cuando volvíamos caminando de la escuela a la casa, pasábamos por el consultorio de su papá y ellos se detenían y me decían: 'Yo quiero ser médico, como mi papá'. 

Resignada a que ninguno siguiera sus pasos en la docencia, Edith hizo una de las cosas más importantes en la vida de un estudiante: brindar contención, apoyo, y acompañamiento a cada uno de sus hijos, para que pudieran cumplir sus sueños. Afortunadamente, todas las horas dedicadas, el esfuerzo y sacrificio, dieron sus frutos.

Al otro día de recibirse, Luján tenía varias ofertas de trabajo. Hoy se desempeña en el Hospital de Nueva Esperanza, en el consultorio de su padre y también en La Banda. Le confesó recientemente a su mamá que está "muy feliz y cómoda" en el sector de Terapia Intensiva del Sanatorio Banda, donde puede ayudar a quienes más lo necesitan. Mientras analiza qué especialidad seguir, la joven de 28 años sigue especializándose: realiza una certificación en Diagnóstico por Imágenes en Buenos Aires.

Su mamá reveló que ella fue la única que tenía en mente dos carreras: veterinaria o medicina. Sin embargo, terminó eligiendo esta última por que podía estudiar en Tucumán, donde estaba la facultad más cercana a Santiago y, además, tenía lazos de familia paterna. Si bien rindió en el examen de ingreso en esa provincia, no pudo ingresar e intentó al año siguiente en la Unse, ni bien se enteró que habían abierto la carrera.

"Mis otros dos hijos, no tenían otras opciones. Siempre quisieron hacer medicina", recaló Edith. En el caso de Costanza, que está próxima a rendir la última materia en el mes de agosto, elegiría especializarse en Pediatría. "Yo como mamá percibo que mis hijos quieren dedicarse a la salud pública, estar cerca de la gente y ayudar desde ese lugar", afirmó con visible orgullo.

Por su parte, el varón y "mimado de sus hermanas", iniciará a fin de año, las PFO o prácticas obligatorias, que deben realizar todos los estudiantes durante ocho meses, en diversos hospitales. 

Los tres se ayudan y son muy unidos. Solo dos de ellos viven juntos ya que la mayor de las hermanas ya se independizó. Pero eso no impide que estén presentes en momentos especiales o a través de mensajes.

"Yo estoy orgullosa de mis tres hijos porque son muy buenas personas y eso me lo dice la gente. Siempre les inculqué que con amor, todo se puede", cerró emocionada Edith.

"Al varón no le ponía las fichas"

"Mis dos hijas, eran excelentes alumnas. Con buena conducta y todo. En cambio, el varón fue más pillo, de llevarse materias. Y yo decía 'este changuito que quiere seguir medicina, le voy a poner la ficha de la boca para afuera' porque era tan pícaro que me generaba dudas. Pero me ha tapado la boca. Ha hecho la carrera muy rápido. Nunca se lo dije", contó entre risas Edith.

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