Fue realizado por la artista plástica Mercedes Fariña. La pintora argentina, reconocida y estimada por el Vaticano, también fue autora de los primeros cuadros inspirados en el pontificado de Francisco.
El primer retrato de León XIV es argentino El primer retrato de León XIV es argentino
A tan sólo cuatro días del cónclave que consagró papa al cardenal Robert Prevost, Fariña lo hizo otra vez: presentó recientemente el primer cuadro que retrata a un flamante pontífice.
Este suceso no fue errático. Mercedes, luego de nutrir más de treinta años de oficio pictórico, es capaz de desplegar su técnica a tal velocidad, que sólo la tiranía de los tiempos de secado del óleo puede ralentizar su proceso creativo. Su motivación, al momento de decidir pintar tamaño acontecimiento eclesiástico, fue determinante; cual cronista cuya pluma es el pincel.
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Así, ni bien conocida la novedad de la designación de León XIV, la artista puso manos a la obra en un lienzo que lo muestra junto a la Catedral Santa María, de Chiclayo; templo mayor de la diócesis a su cargo durante la labor pastoral que desarrolló en Perú y que marcó profundamente su vida sacerdotal, por lo que reviste un gran valor emotivo para el ahora pontífice.
El cuadro, un óleo sobre tela en gran formato, retrata a León XIV a escala real, con el atuendo del día de su elección, en actitud cercana y apelativa; escapando a la pose hierática y al gesto adusto tradicional. Sobre el frontispicio de la catedral puede leerse la frase "la pace sia con voi", en alusión a las primeras palabras que el nuevo papa pronunciara en el balcón de la Basílica de San Pedro. Dos franjas cromáticas veladas, que forman una cruz entre la figura del papa y la catedral, vinculan equilibradamente ambas imágenes en sentido temporal, generando un discurso iconográfico entre su pasado como obispo y su presente como Santo Padre, a la vez que aportan más simbolismo al conjunto. La artista también recurrió al detalle de ajustar el reloj del campanario a la hora exacta en que el mundo pudo observar la "fumata bianca", que marcó el inicio de su pontificado.
Mercedes Fariña es especialista en pintura de connotación sacra (interreligiosa) y logró alcanzar proyección internacional. En sus creaciones utiliza la técnica renacentista para conseguir, a través de su maestría y sensibilidad artística, un impacto visual conmovedor que convoca a comulgar espiritualmente con la mística de sus composiciones.
Como ha venido sucediendo a través de la Historia del Arte, Fariña ha logrado una vez más tender un puente entre el acontecimiento histórico de una elección papal y la necesidad de perpetuar ese momento en una manifestación artística tangible, que apunta a transmitir belleza. De allí que el medio de prensa oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, calificó la obra de Mercedes con una metáfora certera, afirmando que sus cuadros alcanzan "un realismo tal que invitan a hacerse la señal de la cruz delante de la tela".
En el año 2013, uno de los lienzos de Fariña fue incluido en la Colección Vaticana por pedido expreso del papa Francisco quien, oportunamente, además de agradecerle el cuadro y alentarla en su oficio, reconoció su talento en una emotiva carta manuscrita.
La artista ya puso su último trabajo a disposición de la Santa Sede, a través de la Nunciatura Apostólica en Argentina, a fin de que León XIV tome conocimiento de la existencia del cuadro alegórico y así poder, en un futuro que espera próximo, mediar la entrega de este primer retrato pintado en honor a su asunción.
