Una mujer feligrés acusó a un pastor y los adeptos al hombre le cayeron con todo. Después de los palos e insultos, puede abrirse un proceso por abuso. Y otro, por los golpes viralizados.
Graves acusaciones de abuso sexual causaron el escándalo entre feligreses y pastores evangélicos Graves acusaciones de abuso sexual causaron el escándalo entre feligreses y pastores evangélicos
La Fiscalía analizaba anoche denuncias de agresiones y abuso sexual, y pedidos de eximición de prisión, como resultante de un escándalo entre pastores y feligreses, con acusaciones de acosos y manoseos, cuyos estragos abochornaron una ceremonia en pleno culto.
El escenario resultó la Iglesia Cristiana Evangélica Jerusalén del Sur, ubicada en Calle 6 y Martín Herrera, en el Bº Almirante Brown y el prólogo de la pesadilla sobrevino el 11 de mayo pasado.
Según un pormenorizado relato de los denunciantes, en pleno culto una mujer pidió hablar mientras el pastor y la feligresía participaba de la reunión con música e instrumentos intensos.
Poco y nada pareció importarle a la mujer que de fondo todo connotara "paz, amor y unión": "El pastor me envió mensajes acosándome... Encima, también habría abusado de mi hija adolescente... Y sé de otros casos más...", habría afirmado la mujer ante el estupor de los presentes.
La "bomba" habría provocado un cimbronazo en la ceremonia, imposible de disimular. Rápido, el pastor habría instado a los músicos: "No dejen de cantar", quizá resuelto en que la algarabía opacara la "mala nueva" de la feligrés desencajada. Quiérase, o no, otra mujer viró en su dirección, al poner fin a la música para que la aludida denunciante profundizara la noticia que conmocionaba a todos.
Con gritos y acusaciones, pastor y feligreses trataron de calmarse y acordaron una nueva reunión para "aclarar todo". Ello sucedió el 14 de mayo. Pero esta vez, hubo de todo menos amor y armonía. Los participantes se gritaron de todo. "... Hdp, vos quienes hundir a la iglesia", bramó una mujer. "Este es un abusador", respondió otro. "No vamos a permitir que hables mal del pastor", defendió otra mujer, suscitándose también una grieta en el culto del Almirante Brown
Conclusión, la madre de la víctima abusada terminó acorralada y pidiendo que la rescatara su esposo del culto. Éste arribó, volaron sillas, palos y objetos contundentes. Entre palo y palo, los unos y los otros se cruzaron con denuncias de falsas acusaciones, abusos e intentos por desprestigiar al movimiento religioso.
La grieta literalmente partió en dos a la iglesia: por un lado, los alineados en las sospechas de abuso y proclives de renuncias y hasta de una investigación policial-judicial. Enfrente, los más entusiastas, partidarios de expulsiones masivas y que las huestes acusadoras no pongan un pie más en la "Casa de Dios" en los días por venir.
Al cierre, la danza de abogados era incesante. Picaron en punta, Laura Argañaraz y Leandro Jiménez, quienes asistirán a cuatro considerados víctimas. También, a un feligrés que aparecería en los videos repartiendo golpes, sin distinción de bando o sexo.
Abogados "blindan" a sus clientes ante el riesgo de detenciones
Los abogados "blindaron" anoche a varios feligreses con pedidos de eximición de prisión, en especial a uno que aparece en los videos agrediendo al que pasara frente suyo.
En un escrito extenso, Argañaraz y Jiménez formalizaron denuncias y eximiciones de prisión, resueltos en que cualquiera fuese el criterio de la fiscal, Victoria Sottini, ellos no dejarán desprotegidos a sus representados.
Para los abogados, subyacían dos bandos y sus representados quedaron afincados en el segmento de las víctimas. Sin embargo, todo era confusión y nadie descartaba intereses contrapuestos.
La noticia y las imágenes difundidas ayer por EL LIBERAL sacaron a la luz cientos de opiniones en contra de la violencia ejercida sin distinción de hombres o mujeres, y pidiendo que la Justicia esclarezca si hubo abusos sexuales o situaciones de acoso, y que la investigación determine las responsabilidades que le pudieran tocar a los involucrados.
Fiscales investigarán "gresca" y "abusos"
La fiscal Sottini no descartaba anoche desdoblar las actuaciones. Tomar para sí lo atinente a la batahola entre pastores y feligreses. Y, al mismo tiempo, enviar a la Unidad de Abusos para que sus pares abran un proceso por las acusaciones de abuso sexual.
Allí radicaba al cierre el temor no disimulado. ¿Por qué? Los voceros señalaron que con viento a favor, los fiscales citarán a la mujer denunciante. Luego, a su hija y a las otras personas que (según el relato) habrían sido acosadas y/o abusadas por el pastor.
Más allá del clima denso en la iglesia, trascendió que los dichos de la mujer (víctima de una enfermedad delicada) representan un durísimo impacto, pero también reconocieron que de ser verdad, imposible pasar por alto abusos en un culto evangélico.
Desde esa realidad probable, numerosos feligreses serían partidarios de renuncias o de un parate, hasta tanto la Justicia clarifique todo.